Inicio Grandes Circuitos Challenge Tour ¿Por qué es rentable invertir en el Challenge Tour?

¿Por qué es rentable invertir en el Challenge Tour?

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Historias de la Fábrica de Talentos

Henrik Stenson, Número 3 del mundo, logró su primera victoria en el Dexia-Bil Louxemburg Challenge (2000); Martin Kaymer, Número 12 del mundo, estrenó su palmarés en el Vodafone Challenge (2006); Thomas Björn, Número 26 del mundo lo hizo en 1995 en el Himmerland Open y Coca-Cola Open; Ian Poulter, 28º del ránking mundial, también se estrenó en el Challenge, en el Open de Cote D’Ivore (1999), Jamie Donaldson, Número 32 abrió su palmarés en el BMW Russian Open (2001); Rafa Cabrera-Bello (73º) se estrenó en el Man No Open.

Son grandes triunfadores que ocupan los primeros puestos del ranking mundial de golf, nombres que llevan en su historia como primera victoria marcas tan conocidas como Vodafone, Coca-Cola, BMW etc… y que, cuando se recuerde la historia de estos jugadores, siempre aparecerá unida a ese primer torneo donde todo empezó.

Es el caso también de jugadores de la talla de Brooks Koepka (actualmente 77º del mundo), que hizo historia al lograr la victoria más aplastante del Challenge Tour en el Fred.Olsen Challenge de España, torneo que catapultó a jugadores como Eduardo de la Riva o Rhys Davies, entre otros.

Un jugador que se encuentra entre los 100 primeros del ranking mundial es porque ha cosechado una larga ristra de triunfos, y si no destaca un Grande entre ellas, la que queda grabada para siempre es la primera.

Por eso creo que es importantísimo unirse a este deporte desde sus orígenes, apostar por la factoría de talentos, que es el Challenge Tour. Una apuesta decidida puede ser sinónimo de victoria. Y si no, fijémonos en el caso de Rafa Nadal con Kia. ¿Es Kia la marca que asociarías con un número uno del mundo del tenis? ¿Con esa gran persona que ha demostrado ser Rafa Nadal, cuya imagen recorre el mundo? Probablemente no, pero esta marca automovilística tuvo olfato y decidió apostar por un joven que aún no había ganado gran cosa, que no era lo grande que es hoy en día. Y el jugador, como muestra de agradecimiento por ese apoyo inicial que tanto le ayudó a llegar donde está hoy en día, sigue llevando su marca allá donde va.

Son momentos complicados y cuesta apostar firmemente por una persona, pero se debe apostar por los torneos. El Challenge Tour es, sin duda alguna, el futuro del golf. Es donde se curten los talentos, donde tienen que ganar los primeros torneos para demostrarse a sí mismos y al mundo, que pueden llegar lejos. Y la repercusión mediática no es temporal, no es algo de una semana de competición, que también la tiene, es un recorrido largo que perdura en la historia de estos talentos que un día ganaron el torneo por el que una empresa decidió apostar.

Por ello considero absolutamente rentable apostar por el Challenge Tour y sus grandísimos jugadores, y no es una opinión personal, lo corroboran sus brillantes historiales profesionales en el golf a nivel mundial.