«Estoy jugando el mejor golf de mi vida y es muy bonito que esto ocurra con la edad que tengo», señalaba ayer Birgir Hafthorsson (-18) tras finalizar la tercera jornada del Cordon Golf Open como líder y con siete golpes de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores. «Ojalá pueda continuar así mañana», concluía el islandés de 41 años, realmente emocionado ante la posibilidad de obtener el primer triunfo importante en la alta competición para él y para Islandia, un país que queda completamente fuera del radar de las grandes citas y acontecimientos de golf…
Pues bien, ni siquiera ha hecho falta que continuara jugando así de bien, regular o peor, porque la cuarta jornada se ha suspendido por culpa del agua y no se va a reanudar, dándose por buenos y definitivos los registros cerrados al final de la tercera ronda. Ya es el campeón con todas las de la ley. Se mire por donde se mire era la gran semana de Hafthorsson y hasta la meteorología se ha dado prisa en escribir el abrupto y feliz final del cuento, evitándole el duro trance de tener que rematar la faena por primera vez saliendo en el partido estelar del domingo, por mucho que su impresionante ventaja invitara a pensar en un cómodo triunfo, con o sin jarreo desde el cielo.
¿Tendrá continuación esta bella y peculiar historia? De momento, gracias a esta victoria, si Hafthorsson no se mete justito en el top-15 de la Road to Oman, se va a quedar justo a las puertas. Dicho de otro modo: el objetivo de ganarse los derechos de juego del European Tour para 2018 es hoy una realidad factible más que un sueño, aunque ni mucho menos lo tenga ni medio conseguido a estas alturas, cuando todavía quedan por disputarse los torneos con las bolsas de premios más golosas.
