Tyler Koivisto (-10) es el líder destacado el Challenge Tour de Irlanda del Norte a falta de una jornada. El golfista norteamericano podría rematar este domingo una de las mejores historias de los últimos años en la segunda división del golf europeo.
Este golfista de 27 años está jugando el primer torneo de su vida valedero para el ranking mundial después de que hace dos años decidiera darle un giro a su vida. Era maestro de escuela y daba clases a niños en cuarto curso. También era un gran jugador de golf y logró algunas cosas en su época universitaria, sin embargo al salir de la facultad optó por ejercer el magisterio y dejó su deporte favorito a un lado. Después de tres años enseñando, pensó que se arrepentiría toda su vida si no intentaba ser golfista profesional. Al menos, quería darse esa oportunidad.
Los dos últimos años ha estado jugando mini-tours y las escuelas. El año pasado superó la primera fase de la europea en Austria, en su primera visita al viejo continente y esa es la razón por la que está aquí. Ahora tiene la oportunidad dar un paso más adelante, muy importante, en la construcción de este sueño de un maestro de escuela.
Claro que por muy entrañable que pueda parecer su historia, todos los que le siguen en la clasificación intentarán hacerla saltar por los aires… o al menos posponerla una semana más. Es el caso del español Santi Tarrío (-7). El golfista gallego ha entregado hoy una espléndida tarjeta de 66 golpes en la tercera jornada y se ha colocado en la segunda posición empatado con Andrew Wilson. Ellos dos más Koivisto formará el partido estelar mañana en el Galgorm Castle.
Tarrío ha desplegado un juego muy sólido en un campo que no es nada fácil. Ha hecho cinco birdies y un solitario bogey. Mención especial al acierto del hoyo 5 después de haber hecho bogey los dos primeros días.
En cuanto al resto de españoles, Scott Fernández (-1) ocupa el puesto 23º tras firmar 69 golpes, David Borda (-1) ha protagonizado una de las remontadas del día con 66 golpes y Mario Galiano (+8) ha tenido un duro día en la oficina con 77 golpes.
