Sebastián García Rodríguez ya siente que está tocando con la punta de los dedos el gran sueño de su carrera. Al menos, el primer gran sueño. El European Tour está a la vuelta de la esquina, está viendo la línea de meta, y justo en este momento es cuando se acuerda de todos los que de alguna manera u otra son responsables de que algo así de bueno esté tan cerca. Cuando Sebastián cruce el umbral de la Race to Dubai, no lo hará solo, ni mucho menos.
El madrileño hablaba con Tengolf tras el Foshan Open, poco antes de subirse a un avión para cruzarse el mundo y llegar de nuevo a Madrid. “Tengo unas ganas de llegar a España y comer jamón que te quedas rallado”, aseguraba entre risas. Precisamente, el Foshan Open ha sido el penúltimo paso hacia el European Tour. Su top 20 le ha permitido colocarse 13º en la Road to Mallorca y ver muy de cerca el objetivo, aunque todavía hay que rematar la faena. “Estoy muy orgulloso del trabajo de esta semana, de menos a más, muy sólido de tee a green toda la semana. He trabajado muy bien tanto en Hainan como en Foshan con mi caddie, que también es mi manager a día de hoy, Manuel Gil Castro. Ojalá dentro de poco pueda ser sólo mi manager”, afirma en el primer reconocimiento que tiene a una parte fundamental de su equipo. No será el único.
Sebastián ya tiene la tarjeta del European Tour a punto de caramelo
Sebastián sabe que lo tiene cerca, pero aún hay que rematar la faena en la Final de la Road to Mallorca la próxima semana, en Alcanada. Esto es lo único que tiene en la cabeza y sabe que está preparado para hacerlo. “Me voy de China con muy buenas sensaciones, pegando a la pelota increíble, cometiendo muy pocos errores, tal y como se ha podido ver en las tarjetas. El domingo fui más a fuego para intentar culminar porque las banderas estaban más difíciles, aunque no salió del todo, pero lo he intentado y estoy contento”, explica.
Sebastián tiene muy claro que su aterrizaje en el European Tour, de confirmarse dentro de menos de 13 días, no habrá sido flor de un día, ni habrá surgido por generación espontánea. Más bien al contrario. Será el fruto de un trabajo duro que viene haciendo desde hace una década. “Quiero agradecer también todo lo que está pasando este año al trabajo que estamos haciendo en los últimos diez años juntos a Pepín Rivero y Edu Serrano. Al final, está llegando poco a poco. Esperemos que tarde o temprano podamos hablar de todo esto en la Race to Dubai. Yo creo que sí. Estamos haciendo un buen trabajo y confío en que todos los que han estado apoyando y disfrutando lo podamos vivir juntos. Nos lo merecemos todos, no sólo yo”, señala.
Sebastián aprende a ver la botella medio llena
Sin duda, este recuerdo a todos los que están a su lado es la perfecta demostración del tipo de deportista que es Sebastián, dedicado, trabajador y humilde. Un golfista al que ya le ha llegado la hora de estar en el European Tour y que confía en que muy pronto lo pueda gritar a los cuatro vientos.
