Pep Anglés se mostraba muy satisfecho tras entregar una tarjeta de 66 golpes en la primera jornada de la Final del Challenge Tour. El jugador español ha conseguido aislarse de todo y jugar simplemente según el plan que había establecido. Huye de presiones, aunque haberlas haylas, y de un exceso de ansiedad. Sabe que las cosas van a llegar antes o después y, mientras tanto, su única obsesión se aprender, aprender y disfrutar el momento.
Satisfacción y deseo de afrontar el reto… «Estoy muy contento con la vuelta de hoy. Obviamente, es una semana complicada, es el último torneo y hay algo más de presión, así que creo que he sobrevivido al primer día y lo he hecho bastante bien. Estoy deseando ver cómo van los tres días que faltan».
Pendiente sólo de lo que puede controlar… «No he mirado los rankings, ni he hecho números, ni matemáticas. No presto atención a eso porque creo que realmente es algo que no puedo controlar, así que sólo me preocupo de mi juego, seguir mi plan en el campo y a ver dónde me lleva. También intento no mirar los leaderboards».
Cero presión añadida… «El año ha sido fantástico y realmente no estoy preocupado con lo que pase esta semana. Hace sólo un año que acabé la universidad, me hice pro y empecé la temporada sin tarjeta del Challenge Tour. Ahora, tengo la oportunidad de hacer algo importante, así que no me voy a meter presión añadida, ni me voy a preocupar porque si no sale esta semana será el próximo año. Es algo que va a ocurrir y sólo pretendo aprender en cada torneo para ser mejor cada día».
La gran clave esta semana… «En este campo es importante no cometer errores, aunque no voy a contar todas las claves porque necesito guardar mis secretos. Lo más importante diría que es ser paciente porque es un campo más difícil de lo que puede parecer a simple vista».
