Ya estoy de vuelta en casa. Vía Tenerife. Antes de lo que quería y antes de lo que esperaba, pero así es el golf. Ahora toca descansar el sábado y el domingo y el lunes a trabajar con Pepín Rivero para ajustar algunas cosas. El martes viajo para Francia para jugar el torneo de Le Vaudreuil.
Ayer fue un día un poco extraño en el Challenge de España. Quizás no jugué al golf tan bien como lo venía haciendo últimamente, estuve algo peor, aunque tampoco ayudaron mucho los greenes, ya que por la tarde aquello era un poco como campo de minas. En cualquier caso, como ocurre en la mayoría de los torneos cuando juegas por la tarde debido a las pisadas, los piques y las huellas.
Es una pena. Venía con ganas de jugar bien, especialmente por ser el Challenge de España y en un campo que ya lo había jugado, pero me voy un poco decepcionado de no haber rendido como quería y haberme quedado al final fuera del corte.
Ahora tengo dos días para reflexionar y hablar con mis entrenadores, Edu y Pepín, para empezar a preparar el final de la temporada.
