Definición de torneo tontorrón. Es aquel en el que no parece ni que sí ni que no. Donde ningún jugador terminar de dominar. Es esa semana en la que lo mismo un jugador se pone líder después de cuatro birdies consecutivos que enlaza tres bogeys y baja al puesto 20. Es un torneo donde la igualdad es absoluta y 18 hoyos pueden dar para muchos. El Italian Challenge que se juega esta semana en el Golf Nazionale de Viterbo es un torneo tontorrón.
Agárrense al dato y no lo suelten: tenemos a 27 jugadores separados únicamente por cinco golpes con sólo 18 hoyos por delante. Y en ese extraordinario paquete de candidatos figuran tres españoles. A saber: Pedro Oriol, Iván Cantero y Ángel Hidalgo. Los tres están empatados a -5, en el puesto 15º, a cuatro golpes del liderato que comparten Benjamin Rusch, Jacques Blaauw y Freddy Schott.
Un ejemplo claro de torneo tontorrón. Schott llegó al hoyo 17 con un total de -11. Con ese resultado estaba sacando de la ecuación ganadora a muchos jugadores y, sin embargo, ha terminado bogey-bogey.
Aún pueden pasar muchas cosas en Italia y no se trata de hacer una lectura posibilista ni ingenua. Realmente se están haciendo vueltas bajas, pero tampoco se regalan y, sobre todo, está costando sacarlas en los últimos partidos. Por eso, hasta puede venir bien que los tres españoles salgan desde más atrás, indetectables en el radar.
El hombre del día en clave española ha sido Pedro Oriol. El madrileño ha firmado una muy buena tarjeta de 67 golpes y se ha metido en la pelea. Ya jugó muy bien el viernes, pero el putt anduvo remolón. Hoy, sin ser aquello una fiesta, ha funcionado mucho mejor.
La vuelta de Ángel Hidalgo ha sido quizá la más frustrante de los españoles. Ha hecho el par, 71 golpes, pero es de esos días que sientes que te podrías haber ido al hotel perfectamente con un cuatro o cinco bajo. Pero perfectamente. Se le han escapado hasta seis putts de menos de dos metros y medio. Demasiado. Y mucho más para un pateador de la categoría de Ángel. La buena noticia es que casi se podría decir que es imposible que le vuelva a ocurrir mañana. Hay que encasillarlo en la categoría de accidente.
Además, en el último hoyo, cuando marchaba -7, bien colocado, a dos golpes de lo que finalmente sería el liderato, ha sufrido el verdadero accidente, sin comillas. Se le ha resbalado el palo de las manos en la salida, ganchazo y bola perdida. «Hace 40 grados, notaba la mano húmeda y me he echado polvos de talco antes de pegarle, pero ni por esas…», comentaba frustrado a Ten Golf. Lo bueno es que el propio Hidalgo tiene claro que puede hacerle pocas al Golf Nazionale y con ese espíritu saldrá jugar el domingo.
Iván Cantero ha tenido también una de esas vueltas que duelen. Ha hecho cinco bogeys, aunque también ha demostrado que tiene birdie (tres) y que sabe reponerse de los golpetazos. El asturiano no ha dicho su última palabra y también ha demostrado que puede ir muy bajo en este campo. Le ha hecho birdie o eagle a la mitad de los hoyos del recorrido.
El resto de españoles está demasiado lejos como para pensar en un triunfo, pero sí pueden dar aún un zarpazo al torneo con una gran vuelta. Jordi García del Mora y Samuel del Val están con -3 y Pep Anglés se encuentra al PAR.
