No anda bien de salud, metido en faena de antibióticos para curarse una molesta e inoportuna infección de garganta, pero Scott Fernández (-10), con todo y con eso, se ha marcado una vuelta sobresaliente en la tercera jornada de la Final del Challenge Tour en Omán (68 golpes, cuatro menos en el día, sin bogeys) que le ha llevado hasta la cuarta posición y, según la proyección provisional, hasta las mismas puertas del top-15 de la Road to Oman…
En efecto, ahora mismo habría ascendido del puesto 22º al 16º del ranking final. Pero las cuentas no están claras, o mejor dicho, no son fiables ni siquiera cuando sólo queda la ronda definitiva. Las posibilidades todavía son demasiadas como para aventurar nada y lo más inteligente es mirar sólo hacia adelante y recrearse en la parte más positiva de la situación: Scott Fernández, en realidad, está a sólo tres golpes del líder, el francés Clement Sordet (-13), a dos del segundo clasificado, el jovencísimo finlandés Oliver Lindell (-12), y a uno solo del tercero, el argentino Tano Goya (-11), que hoy perdía el liderato. Su gran objetivo, por tanto, debiera ser salir a ganar el torneo. Porque lo tiene ahí, al alcance de la mano. Mirar hacia el frente, sólo hacia adelante, sin enredarse en otros menesteres.
Por lo demás, y quizá sea esto lo más importante, su actitud sobre el Al Mouj Golf (Muscat, Omán) ha sido excelente. Muy metido en lo suyo, paciente ante los pequeños errores y sólido, muy sólido. Hasta el punto de rematar una de las cuatro vueltas sin bogeys que se han dado en esta tercera jornada.
Pedro Oriol (-6), que hoy jugaba junto a Scott, comenzaba con un doble bogey matador en el hoyo 1. Uno de esos patinazos que te pueden dejar temblando… Sin embargo el madrileño reaccionaba con entereza, recuperando el terreno sin prisas, pero sin pausa.
Así, hasta conquistar de nuevo esa atalaya en la que anda instalado toda la semana y desde la que parece tener bajo control la situación. Porque hoy, después de su ronda de 71 golpes, una menos, se mantiene dentro del top ten del torneo y, sobre todo, la proyección de la Road to Oman a falta de 18 hoyos lo sitúa en el puesto undécimo, el mismo con el que llegó a Omán, y con un amplio margen de maniobra, pues su ventaja ahora mismo con el puesto 16º, el que ocupa Scott precisamente, es de más de 11.000 euros.
A falta de una sola ronda, sí parece meridianamente clara una cosa: el número 1 de Tapio Pulkkanen sólo lo puede amenazar ya el sudafricano Erik Van Rooyen (-9) y para ello necesitaría ganar el torneo (saldrá a cuatro golpes del líder). Con Pulkkanen hundido en la tabla, sólo al francés Julien Guerrier (-4) le podría haber valido un segundo puesto en solitario para desbancar al finlandés, pero parece demasiado lejos como para pensar en ello.
