El Royal Liverpool (Hoylake, Liverpool), sede del Ricoh Women’s British Open 2012 que está en capilla, ha recibido a las mejores jugadoras del mundo como cabía esperar:
algún rayo de sol para despistar, pero en general, mucho viento, bastante frío y chaparrones inmisericordes.
Algunos viejos del lugar (no todos…) aseguran que el mes de septiembre suele ser más benigno que julio. Al final da igual: el tiempo hace lo que quiere y no hay más que hablar. Hace casi dos meses, a unos cuantos kilómetros al norte, se disputaba el Open en el Royal Lytham y salió un sol en la ruleta casi toda la semana, cuando se esperaba algo más de movimiento.
Esta semana, de hecho, las previsiones no están nada claras. Pero se esperan jornadas ventosas (de agua no se habla mucho, pero mejor no fiarse…), con rachas que pueden pasar de los cuarenta kilómetros por hora.
Este recorrido legendario, centenario, cuna de extraordinarios campeones (John Ball y Harold Hilton, campeones amateurs del Open) y escenario también del último triunfo en un British de Bobby Jones, además se está poniendo al día. Si lo comparamos con el que acogió el Open de 2006 que ganó Tiger Woods, resulta que hoy es aún más largo y peligroso. Porque ese ha sido el espíritu de la remodelación realizada aquí en el invierno de 2009-10 por Martin Hawtree: complicarle las cosas a los jugones, hablando mal y pronto. Hay seis nuevos tees y algunos bunkers se han movido, tanto en las calles como en los alrededores de los greenes. Incluso, se ha modificado ligeramente en algunas zonas el contorno de las calles, creando más ondulaciones que, por ejemplo, puedan llevar más bolas al rough…
La Número1 del mundo, Yani Tseng, viene de ganar los dos últimos British y en2012 hacantado victoria en tres ocasiones, por lo que habría que situarla como favorita absoluta. Y sin embargo, su último triunfo data del mes de marzo y desde entonces no se ha mostrado demasiado brillante, arrastrando además algunos problemas físicos. Así que este British parece muy abierto, y mucho más si tenemos en cuenta unas condiciones de juego que se antojan imprevisibles y aterradoras.
Mientras tanto, mañana miércoles toca volver al tajo. Alguna como Beatriz Recari lo hará bien pronto, a las 7,40 de la mañana. Y aunque pueda dar algo de pereza pensar en ello, la idea no está nada mal tirada, porque este tipo de jornadas son muy lentas, con muchos partidos de cuatro jugadoras, y cuanto antes se salga, mejor ritmo de juego se puede llevar. Aunque haga frío.
