Inicio Grandes Circuitos De Número Uno a Número Uno

De Número Uno a Número Uno

Compartir


Ni siquiera una jugadora imperturbable como Inbee Park podía resistirse. La coreana no dejaba de mirar a Carlota Ciganda entre golpe y golpe.

Aunque sea un atrevimiento indagar en la impasible mirada de la Número Uno, parecía como si se preguntara quién es esta chica, de dónde ha salido, por qué responde a cada birdie mío con otro aún mejor, cómo puede ser que no se derrita ante mi juego de acero, cómo sigue en pie…

Carlota Ciganda puso todo de su parte para ganar el North Texas LPGA Shootout. No hay pero que valga. Puso juego, actitud, talento, garra, paciencia, estrategia, soltura, control, valentía, agresividad… Todo. Hizo todo lo que pudo para salir en la foto con el trofeo en la mano. Pero no pudo ser. El deporte a veces es así. Lo mereces, pero no sale. Acabó segunda. Ganó Inbee Park. Ganó la Número Uno del mundo.

Sólo faltaron dos cosas para que el triunfo viajara a Pamplona: una pizca de suerte y que la Número Uno del mundo no se comportara como tal. Porque si no hay pero que valga para el comportamiento de Carlota, tampoco hay pero que valga para la victoria de Park. Es una máquina diabólica de coger calles y greenes. No falla un tiro. Su juego es frío y aburrido. Pero letal.

La suerte no estuvo tampoco del lado de la española. Y no es un tópico. Nunca sabremos qué habría ocurrido si su espléndido hierro de salida en el hoyo 15 no hubiera ido a parar a una chuleta. Mira que la calle es ancha y larga. Un centímetro a la derecha o a la izquierda, un poco menos de rodada, o un poco más, y la bola habría estado perfecta. Como merecía. Pero no. Lo que sí sabemos es que el segundo tiro de Carlota acabó en el agua. La bola salió fuerte, suelta y descontrolada. La navarra fue con todo para evitar que la chuleta se adueñara del vuelo de esa bola. Pero acabó en el lago.

Tampoco tuvo suerte en el hoyo siguiente. Quizás no fue el mejor de los putts. Tiró muy agresiva, con todo, se le fue un poco la mano, cierto, pero si esa bola sale un centímetro más por la derecha acaba dentro del hoyo, en lugar de chocar contra el borde dibujando una dolorosa corbata. También pudieron entrar el putt de par que tuvo en el 14, aunque su chip no fuera de lo mejor del día, o el de bogey del 15.

Son pequeños detalles que deciden una victoria. De cien veces, Carlota habría ganado ayer 99. Con otra rival enfrente, cien de cien. La española apretó la soga hasta donde pudo, fabricando incluso un birdie extraordinario en el hoyo 18 que llevó al límite a la coreana. Tenía que meter un putt de algo más de un metro para ganar. Y lo metió. Por algo es la mejor pateadora del mundo en estos momentos. Por algo es la Número Uno. Por algo encadenó 35 hoyos sin bogeys. Por algo suma ya tres triunfos este año. Por algo ganó el primer grande de la temporada…

Carlota y Park se saludaron cordialmente en el 18 y la asiática aún seguía mirando de reojo a la española. Era la mirada de la satisfacción por la victoria ante una rival que la había puesto contra las cuerdas; de admiración frente a una jugadora explosiva y natural de hierros prodigiosos que pisaban cada una de sus salidas y de cierta preocupación segura de que no será la última vez que se vean las caras peleando por una victoria.

Resultados Finales