Rory McIlroy ha hecho saltar por los aires la banca del Circuito Europeo. Con su victoria ayer en el DP World Tour Championship de Dubai, el golfista norirlandés batió el récord histórico de ganancias…
El Número 1 del mundo cierra el año con un balance positivo de 5.519.117 euros, casi doscientos mil más que el anterior registro, conseguido por Luke Donald en 2011. A esta cifra hay que unir los cerca de cinco millones de dólares que sumó en el PGA Tour, una vez restados grandes y campeonatos del mundo. Unidos los dos capítulos, McIlroy gana por goleada.
Además, hay otras cifras que ponen de manifiesto la colosal temporada del jugador nacido en Holywood. Sólo en el Circuito Europeo ha hecho diez top ten en sus quince apariciones y acumula 17 desde su victoria en el US Open de 2011, o lo que es lo mismo en los últimos 26 torneos.
La Final de la Race to Dubai conquistada ayer supone su quinta victoria de la temporada, nada menos que la mitad de todas las que ha ganado como profesional. Es el cuarto jugador más joven de la historia en llegar a cinco triunfos en el Circuito Europeo. Está por detrás de un tal Seve Ballesteros, un tal José María Olazábal y un tal Sandy Lyle… Con 23 años, suma más de 15 millones de euros en ganancias en el Circuito Europeo. Son cifras que se escapan y que explican a la perfección la dimensión de este jugador.
«No podría haber deseado un final de temporada mejor», reconoció ayer nada más recoger los trofeos como ganador del DP World Tour Championship y de la Race to Dubai. Y añdió: «ha sido un año increíble que jamás podré olvidar. Ganar las dos listas de ganancias y formar parte de una Ryder Cup memorable es algo soñado. Se han cumplido todos los objetivos. Ojalá pueda hacer algo parecido el año próximo o incluso mejorarlo», señaló.
Ahí está el reto de McIlroy. No sólo tratará de repetir un año difícilmente superable, sino que tendrá que hacerlo con un nuevo material en su bolsa. El Número 1 deja Titleist y en los próximos días se anunciará oficialmente que pasa a formar parte de Nike. No debería tener demasiados problemas para adaptarse a la nueva marca, entre otras cosas porque a este nivel de profesionalismo, la firma de Tiger Woods ya se encargará de hacerle una copia exacta de los mismos palos que utiliza actualmente. No obstante, no deja de ser un cambio y tendrá que adaptarse a él. ¿Cuánto tardará? Eso es imposible de predecir. Ahí está su siguiente desafío. El sábado se le vio tocando los palos de Marc Warren (lleva Nike) y haciéndole diferentes preguntas. Será un invierno de muchos tests y entrenamientos.
