Pasan muy lentas las horas de espera para el inicio del primer World Golf Championship de 2016, un año con más alicientes que ningún otro, entre otras cosas porque es año Ryder y el golf regresa a los Juegos Olímpicos, y es en este tipo de eventos, sobre todo, donde mejor se definen los candidatos. Pasan muy lentas por el deseo irreprimible de asistir cuanto antes a lo que se anuncia como la primera gran madre de todas las batallas. El desafío es total y absoluto por muchas razones:
– Por primera vez en 2016 se da cita el ‘Big three’, Spieth, Day y McIlroy para medir sus fuerzas. Y ninguno de ellos parece llegar en su mejor momento. Algo que está por ver, porque estos chicos suelen responder con una actitud impecable ante los desafíos.
– Estará sobre el remozado recorrido de Doral el top-ten mundial al completo. También 47 jugadores del top-50 (sólo faltan Furyk, Jaidee y Van Zyl).
– Los ilustres jóvenes ‘veteranos’ como Rose o Stenson y, sobre todo, Bubba Watson y Adam Scott, van a tener una oportunidad de oro de reclamar su lugar en esa lucha por el cetro mundial que todos nos hemos encargado de restringir al citado Big Three. Además, Fowler estará de nuevo en disposición de hacer del trío un cuarteto, tal y como otros analistas defienden que debe ocurrir. Están todos. No hay vuelta atrás.
– Dustin Johnson, defensor del título, también tiene una excelente ocasión de dar ese definitivo paso al frente que lo consagre como aspirante al Número 1 del mundo. O al menos, a consolidarse como un fijo en el top-5 mundial, lugar que muchas veces parece corresponderle sí o sí, atendiendo a su juego.
– Y hay otras alternativas que luchan por confirmarse y que van a tener también su gran oportunidad: Reed, Grace, Matsuyama, Willett, Koepka… No hay vuelta atrás ni áreas de descanso en el camino. Aquí están todos.
– Sergio García también puede entrar en esa lucha por engrosar la super élite del golf mundial desde un lugar todavía más visible o influyente. Si el castellonense recupera todos los recursos de su juego largo debe estar en la pomada de nuevo, con la sanísima misión de ganar el primer WGC para el golf español.
– Todavía resulta casi más excitante tratar de señalar qué jugadores se van revelar como la agradable sorpresa de la semana entre la flor y nata. A revelarse, por tanto, y a rebelarse también ante el poder establecido. ¿Será posible por ejemplo que Rafael Cabrera Bello se incluya en este ramillete? Quien lo haya visto jugar en 2016 no se atrevería a negar esta posibilidad…
– El desafío total será también de todos contra el recorrido de Doral, que estrenó una profunda remodelación en 2014 y desde entonces se ha comportado como una auténtica fiera. Un Blue Monster con todas las letras y atribuciones. El viento podría convertirse en un terrible aliado del campo, como ocurriera en 2014 (ese año sólo tres jugadores bajaron del par después de las cuatro jornadas), aunque las previsiones no señalan de momento que vaya a soplar mucho y, además, los pequeños retoques en el recorrido han ido encaminados a destensar un poco la cuerda.
