Inicio Grandes Circuitos Dos historias: una súplica inútil y un pique legendario

Dos historias: una súplica inútil y un pique legendario

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El recital de Jordan Spieth en los greenes del TPC Harding Park fue escandaloso en su triunfo ante Matt Every. Y menos mal que comenzó un poquito parado, errando sus primeros cuatro putts de birdie… «Los estaba dejando todos cortos. Y es que estos greenes están algo más lentos de lo que acostumbramos a tener, pero sin embargo, cuando caminas sobre ellos, cuando los ves, te dan la sensación de estar muy rápidos, seguramente por su firmeza», explicaría después. Un tercio de vuelta tardó en resetear y ajustar, y a partir de ahí… Tomen nota:

Hoyo 6: putt de birdie embocado desde unos 4,6 metros.

Hoyo 7: putt de birdie embocado desde 5,5 metros.

Hoyo 8: putt de birdie embocado desde 6,5 metros.

Hoyo 9: putt de birdie embocado desde unos 4,6 metros.

Hoyo 11: putt de birdie embocado desde 4,2 metros.

Hoyo 12: putt de birdie embocado desde dos metros.

Hoyo 14: putt de PAR embocado desde cinco metros.

Hoyo 15: putt de birdie embocado desde algo menos de tres metros.

Caminando hacia el tee del hoyo 9, cuando la serie de tubos o medio tubos de Spieth era ya de tres consecutivos, Every se acercó al muchacho de 21 años y le dijo: «¿cuándo vas a dejar de hacer cosas como estas?». Esta sería una traducción, más o menos literal, que bien podría interpretarse de la siguiente manera sin ningún problema: «¿cuándo vas a dejarme tranquilo?». La súplica, como se ve, no tuvo efecto alguno. Every mantuvo la cabeza bien alta hasta ese putt demoledor que Jordan embocaba para salvar el par y el hoyo en el 14… «Después de eso pude verle molesto, pero es que yo en su situación habría estado muy molesto. No había merecido empatar ese hoyo», confesaba Spieth.

Sobra explicar que no es normal este nivel de acierto desde distancias que van entre los cuatro y seis metros, ni será tampoco habitual, aunque uno lo ponga seriamente en duda viendo las recientes y abundantes exhibiciones de Spieth en los greenes, comenzando por los del Augusta National. Por desgracia para todos sus rivales, el abanico de recursos de este jugador es aún mucho más amplio. Cuando no anda tan atinado con el putter, recupera como el mejor, o sencillamente las deja más cerca. Pese a todo, el viejo zorro Westwood va a tener la oportunidad de darse este viernes un baño de autoestima en su duelo a todo o nada con Jordan. Tendrá que jugar muy bien el inglés, porque este muchacho puede ser lo que ustedes quieran, pero impresionable, lo que se dice impresionable, más bien no.

-El otro plato fuerte de la tercera jornada, tanto o más que el Spieth-Westwood, será el McIlroy-Horschel que también decidirá al ganador de su grupo. La rivalidad en match play de estos dos jugadores se encendió hasta límites casi insospechados en la Walker Cup de 2007, donde saltaron chispas entre ambos. Billy ganó a Rory el individual del sábado y el norirlandés le devolvió la moneda en el individual del domingo. Aunque, no nos engañemos, las chispas saltaban sobre todo del lado del norteamericano, al menos de entrada, según confesaba ayer el propio Horschel: «en aquel tiempo se me podría llamar arrogante. Yo tenía mucha confianza. Era una persona muy emocional, sobre todo en partidos como esos, en los que representas a tu país. Quizá por todo ellos mi entusiasmo me llevó en algunas situaciones… no me gustaría decir que se me fuera de las manos, aunque él (rory) quizá lo piense. Rory y yo tenemos ahora una gran relación, no hay ninguna tensión entre nosotros».

-La historia fue la siguiente, más o menos. Un Billy Horschel enchufado, extra motivado (y hasta chulesco) ganó a Rory en el individual del sábado, y volvió a ganarle el domingo por la mañana jugando un foursome junto a Rickie Fowler (McIlroy jugó junto a Caldwell). En los individuales del domingo por la tarde, de nuevo emparejados, el norirlandés cambió ligeramente su ‘estrategia emocional’ y, tras embocar un gran putt en el hoyo 1, lo celebraba exageradamente, casi airadamente… De ahí, hasta el final, que cada cual se haga una idea (venció al fin Rory por 4 y 2). Pique de tomo y lomo.

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