– A buenas horas ha ganado un torneo Joost Luiten (-19), esta vez el KLM Open de su país. No es una coletilla despectiva o ácida. Es más bien un lamento, pues no sobran los jugadores que pegan así de bien a la bola y, desde luego, siempre son bienvenidos en una Ryder Cup…
Aunque bien mirado, si el holandés no fue capaz de meterse en el equipo o de llamar la atención del capitán, será porque le falta la regularidad o el aplomo necesarios. O las ganas. Porque en realidad llegó hasta el mes de julio metido en la pelea, pero en el British no pasó el corte y en agosto no mostró la determinación de Pieters o Fitzpatrick, disputando tan solo los Juegos Olímpicos con su país.
– Dejando la Ryder a un lado es de ley hacer justicia a la última gran ronda de golf de Luiten en el The Dutch Golf Club, ante sus paisanos. Un 63 con dos bogeys incluidos… De hecho, casi ha sumado el domingo (10) los mismos birdies que en los 54 hoyos anteriores (12). Todo un torrente de golf cinco estrellas. Nada que por otro lado no se le haya visto a Luiten muchas veces; no en vano acaba de sumar su quinta victoria en el circuito europeo.
– Ante el empuje del holándes y del austriaco Wiesberger (-16, vuelta de 65), y también antes del desplome definitivo de Scott Hend, lo cierto es que el torneo quedó pronto en una lucha entre estos tres jugadores. Alejandro Cañizares (-12) nunca hubiese podido llegar a los registros ganadores, pero a cambio volvió a mostrarse serio y sólido. El español terminaba en una notable cuarta posición y aún podría haber mejorado un poquito de haber tenido algo más de acierto y fortuna en los greenes.
– Gran última jornada también de Pablo Larrazábal (-8, vuelta de 66), sin bogeys y de exhibición alrededor de los greenes (7/7 en las recuperaciones). El barcelonés sigue asomando después de las vacaciones estivales y más pronto que tarde va a estar luchando por un triunfo el domingo.
