La Hero Cup ya ha consumido sus dos jornadas y tres sesiones de juego por parejas, la de fourballs del viernes, y las dos de foursomes de este sábado. Tiempo, por tanto, de hacer algunos apuntes, siempre en clave Ryder, que al fin y al cabo es la razón y el meollo de esta competición, heredera del Seve Trophy y banco de pruebas del bando europeo, como la Presidents Cup lo es del estadounidense.
– Lo primero que ha llamado la atención seguramente ha sido el irregular rendimiento de Shane Lowry, tal y como ocurriera en la Ryder de 2021. Más que nada, porque el irlandés estaba llamado a ser uno de los pilares de la escuadra europea. Lowry ha perdido sus tres partidos, yendo acompañado en los tres casos de excelentes y contrastados compañeros: Tommy Fleetwood, Seamus Power y Tyrrell Hatton. Es cierto que ha podido pagar la herrumbre navideña más que otros, pero también lo es que, de momento, le cuesta rendir en este formato por equipos. Su estreno en la Ryder (2021) no fue brillante y por ahora tampoco lo está siendo su estreno en la Hero Cup (nunca jugó un Seve Trophy).
Se juega algo más que un punto en el partido que abre los individuales del domingo ante Francesco Molinari, más que nada por su propia confianza. Pero también por la sensación que se lleve el capitán, Luke Donald, que tendrá que afinar mucho con sus seis elecciones y quizá se lo piense en caso de que el irlandés no se meta en el equipo por sus propios medios. Recordemos, eso sí, que Lowry lleva bien encaminado su año Ryder gracias a su victoria en Wentworth y ahora mismo estaría dentro del equipo.
– La pareja Migliozzi-Perez ha sido toda una revelación. Desde el primer hoyo de los fourballs del viernes se les ha visto en perfecta armonía. Cuesta pensar que ambos vayan a estar en la Ryder de Roma, pero tampoco se puede descartar, así que en este sentido Donald ya tendría trabajo adelantado. Después, la Ryder es otra cosa, nada que ver con esta Hero Cup sin apenas público y poco en juego, pero no es cuestión menor la demostración de estos dos jugadores.
– Hay más apuntes muy positivos para el futuro del equipo europeo. Jordan Smith y Antoine Rozner han confirmado que pueden ser un excelente fondo de armario. Y Sepp Straka va de menos a más. Veamos cómo acaba el austriaco en su individual ante Ewen Ferguson, porque su ‘fichaje’ podría ser un gran refuerzo para Europa.
– No cabe la menor duda de que Donald tenía mucho interés en ver a Noren y Pieters juntos, puesto que su presencia en Roma 2023 sí se intuye probable. Digamos que la pareja ha estado lastrada por el escaso rodaje de Pieters, que ha llegado muy justito sobre todo en el juego corto (así lo confesaba él mismo y luego se confirmaba durante los tres partidos que han jugado juntos), pero que en efecto apuntan maneras de dúo potente y correoso.
– A Adrian Meronk se le ha visto un poco más verde, lo cual no significa que no tenga margen de mejora. Ha regalado demasiado en los greenes, justo el pecado entre los pecados en una Ryder Cup. El polaco ha pegado golpes de enorme mérito, sobre todo en los foursomes vespertinos, pero a la hora de la verdad era su compañero Rozner quien sostenía a la pareja. El esfuerzo del francés, cada vez mejor jugador, por meterse en el equipo, puede ser uno de los alicientes de la temporada.
