– Thongchai Jaidee (-13) es el líder del Porsche European Open después de la tercera jornada, viniendo desde atrás como una exhalación con una tarjeta de 64 golpes. El tailandés tratará de conseguir este domingo en el Golf Resort Bad Griesbach su séptima victoria en el circuito europeo. De todos modos, su ventaja es mínima y hay quince jugadores en un margen de cuatro golpes.
– A Miguel Ángel Jiménez (-7) le han faltado estos días esos tres o cuatro putts de cuatro o cinco metros (y de menos distancia, también) que te dan la vida y te ponen en órbita. Por lo demás su juego ha estado al nivel de los mejores. Hoy finalizaba con un doble bogey que además lo alejaba casi definitivamente de la lucha por el triunfo el domingo. Pero tal y como se le ve, y en vista del paño, no sería demasiado extraño verlo pronto pegándose tortas en lo alto en busca de su vigésimo segunda victoria en el circuito europeo. Este domingo sólo le queda la ‘vía Edberg’ para tratar de incordiar todavía a los líderes y aspirar al triunfo. Esto es, hacer algo así como lo que ha hecho hoy Pelle Edberg (-12), que ha sido una vuelta de 63 golpes. El 64 de Jaidee tampoco sería ninguna tontería… Muy complicado pero, como se ve, no imposible.
– Alejandro Cañizares (-6) se encontrará en la última ronda en tesitura parecida: necesitaría un registro descomunal para inquietar a los de arriba. Pero hay que puntualizar que hoy ha sacado adelante una vuelta de 70 golpes que podía haber sido dramática, ya que sólo cazaba la mitad de los greenes. Jordi García Pinto (-2), por su parte, no conseguía moverse con decisión hacia arriba, aunque volvió a remar con ritmo por los segundos nueve del Beckenbauer course (cuatro birdies). Sin embargo, igual que Miguel, terminaba con un doble bogey matador.
– ¿Qué decir de Bernhard Langer (-6)? El veterano campeón pasó el corte sobrado el viernes con una vuelta de par y parecía estar pagando al fin el peaje de la edad (58) en el arranque del sábado, con tres bogeys por el primer tercio de la vuelta. A partir de ahí, sin embargo, se estabilizaba y terminaba con un largo parcial de cuatro menos por los últimos doce hoyos para ganar al campo. No es sólo lo que se cuida, es también el amor propio que tiene…
