Viento escocés y todos por el alambre. Intensa (y bonita) jornada de golf la primera del Scottish Open en Castle Stuart, que nos ha dejado a dos líderes, Scott Hend (-3) y Felipe Aguilar (-3), y sólo veinte jugadores por debajo del par. Lo que es aún mejor: nos ha dejado de momento a más de setenta jugadores en un margen de cinco golpes con la cabeza, todo bien apretado, a presión.
Aunque el viento ha soplado con bastante intensidad a lo largo de todo el día, lo cierto es que el turno de tarde ha salido peor parado. Padraig Harrington (-2) ha sido el mejor en esta parte del cuadro, así que habrá que tenerlo vigilado, porque al irlandés le va la marcha.
Rafa Cabrera Bello (-1) ha aprovechado bien su horario matutino, aunque es necesario insistir en que tampoco se repartían caramelos a los primeros partidos. Igual que Jorge Campillo (PAR) y Nacho Elvira (PAR), que están a un golpe del top 12 del torneo y ya sabemos lo que eso significa esta semana: la posibilidad de meterse en el Open de Royal Troon (se reparten cuatro plazas a los cuatro primeros dentro del top-12). Pablo Larrazábal (+1), por su parte, ha sorteado con aplomo las dificultades del turno vespertino, así que se puede dar por muy bueno su 73. Algo parecido habría que anotar acerca de Alejandro Cañizares (+3), con la peculiaridad de que Cañi firmaba un triple bogey nada más comenzar su vuelta y después conseguía mantener estable y al alza su registro. Buen esfuerzo.
En cuanto a Rafa, la verdad es que en demasiadas ocasiones nos hemos perdido este año por los vericuetos intrincados de sus diferentes objetivos, según iban pasando las semanas y el canario se mantenía arriba. Que si se podía meter en el Masters (lo hizo); que si podía conseguir los derechos de juego del PGA Tour (ya los tiene en su mano); que si la Ryder Cup (la tiene a tiro), que si el ranking mundial… Y quizá nos hemos olvidado de lo más importante: el triunfo. Ese que viene rondando y mereciendo más que de sobra. Esta semana, de momento, también comienza ahí arriba.
