Un campo muy largo que, además, se está jugando y se va a jugar muy largo. Unas calles muy estrechas. Unos greenes pequeños, muy pequeños en algunos casos, que además se están jugando bastante firmes. Un rough que no es imposible, pero que penaliza lo suyo, vamos, que tampoco facilita las cosas. Esta es poco más o menos la descripción del recorrido Rojo del Royal Golf Dar Es Salam, donde el jueves comienza la 43ª edición del Trofeo Hassan II, la séptima desde que forma parte del circuito europeo. Una descripción que, palabra arriba o abajo, han clavado todos los jugadores consultados, que por otro lado reconocen la excelencia del diseño y la altura del reto que propone.
Es un par 73 con cinco pares 5 que se va a jugar como par 72, porque el hoyo 8 se transforma en un largo par 4 (más de 450 metros). Es un recorrido con pares 3 muy tensos y, algunos de ellos bastante largos (hoyos 2 y 17, sobre todo: ambos pasan de los doscientos metros). En fin, que en Rabat, y más concretamente en la Casa Real, nadie quería ver ni en pintura algo siquiera parecido a aquel -25 con el que ganó en este campo Rhys Davies en 2010 y veremos a ver si algún jugador inspirado consigue llegar si acaso a la mitad aproximada de aquel registro.
En realidad, para qué vamos a engañarnos, son muy pocos en el Dar Es Salam los que a día de hoy creen que el ganador vaya a llegar a los dos dígitos por debajo del par, mucho menos si llueve generosamente, tal y como dictan las previsiones, porque aún se jugaría más largo. Aclaremos no obstante que los últimos partes meteorológicos han mejorado sensiblemente en las últimas horas. En principio, da la sensación de que los grandes pegadores pueden tener una ventaja decisiva, enchufando hierros algo más cortos a esos greenes pequeños y duros, porque realmente, si repasamos concienzudamente el campo, no salen muchos hoyos de birdie. El problema, claro, es que hay que pegar largo y muy recto, porque la estrechez de las calles en ocasiones parece disparatada…
El recorrido que Robert Trent Jones concibió a mediados de los sesenta como un poderoso titán ha recuperado su poderío, su capacidad intimidatoria, de la mano del rediseño de Cabell Robinson, precisamente el alumno aventajado del viejo Jones.
De hecho, el imponente escenario está de entrada por encima de uno de los ‘fields’ peor apañado del European Tour en los que llevamos de temporada. El Hasan II ha sufrido los efectos del calendario, situado justo detrás de la gira por China, que contaba con dos torneos muy bien dotados económicamente. Lo normal, y si no al tiempo, es que el año que viene recupere su anterior fecha, en el la segunda mitad de marzo, poco antes del Masters.
