Adri Arnaus andaba ligeramente inquieto entre bambalinas, aguardando a ver si su resultado final de -4 le llegaba para conquistar una de las tres plazas del British Open que se repartían esta semana, tal y como así ha sido. Finalmente eran el ganador, Christiaan Bezuidenhout, Mike Lorenzo Vera y él quienes las conseguían. El catalán nunca lo ha ocultado: este era uno de los grandes objetivos de la semana, lo que prueba la ambición de sus metas (“salgo a jugar cada torneo con la intención de ganar”, no deja de repetir). Pues bien, ahí lo tiene. Jugará en Royal Portrush el segundo Grande de su carrera.
Cuatro españoles de plata escoltan a un grandísimo campeón
Pero este hecho, esta clasificación, tiene una intrahistoria detrás realmente increíble. O quizá habría que decir prehistoria, más que intrahistoria. El caso es que hace dos meses y medio, en la primera quincena de abril, aprovechando un paréntesis competitivo que le brindaba el calendario, el jugador decidió marcharse junto a Nacho Garrido, su entrenador, a Escocia unos cuantos días para jugar algunos campos links. Y la elección no fue una casualidad. Realmente la idea era jugar este tipo de campos pensando en el British Masters, que este año se ha jugado en un links, y pensando asimismo en los torneos Rolex Series que se disputan ahora en Irlanda y Escocia, también en campos links, así como en la posibilidad de meterse en el British Open. A eso se le llama, desde luego, previsión en el trabajo. Un excelente modo, en cualquier caso, de adelantarse a los acontecimientos.
Álvaro Quirós no anduvo tan lejos de armar un taco aún más sonado
Y una vez en tierras escocesas Adri decidió no perder ni un minuto de tiempo. Más que aprovechar el viaje, lo exprimió: estuvo allí cuatro días y el primero de ellos jugó tranquilamente 18 hoyos, pero en los tres siguientes jugó 36 hoyos por día y en campos diferentes. Las siete vueltas en total que jugó en cuatro días (unos 126 hoyos) se repartieron en los dos recorridos de Turnberry (Ailsa y King Robert The Bruce), el legendario Prestwick, cuna del British Open, Royal Troon, Kilmarnock y Dundonald. Una verdadera pasada.
Sergio hace una lectura muy positiva que va más allá del resultado
Arnaus ha fraguado hoy su segunda posición en un excelente tramo de juego y ‘score’ entre los hoyos 12 y 16, cinco hoyos en los que sumaba la friolera de cuatro birdies, jugando de tiralíneas, desbocado. Había salido del hoyo 11, par 5, sin haber podido sacar el birdie y algo se activó en su interior, una rabia contenida o un deseo ferviente de darse una última oportunidad de ganar posiciones y terminar del mejor modo.
