No hay nadie en el KLM Open con mejor ranking mundial que Bernd Wiesberger, que hoy es el número 34; tampoco hay nadie en el mismo torneo con peor ranking que Richard Finch, que hoy es el número 1.940 del mundo. Pues bien, ambos son los líderes del torneo una vez que se ha suspendido el juego definitivamente en la primera jornada por culpa del fuerte viento y el agua, que inundaba las calles del The Dutch.
Austriaco e inglés firmaban tarjetas de 66 golpes, cinco menos en el día, aprovechando al ciento por ciento los minutos de cierta bonanza, que también los ha habido. Ambos, además, de un modo tan gráfico, encarnan hoy la magia y el misterio del deporte en general y del golf en particular, donde tienen cabida y pueden ir de la mano la lógica más aplastante y la cabriola más inesperada (Finch sólo había pasado un corte este año en el circuito europeo, aunque es bien cierto que su mejor ronda del año tampoco le garantiza todavía una gran semana).
El día, como se ha dicho, no estaba para demasiadas exhibiciones, pero volvemos a echar de menos a algún español entre los jugadores que ganaban al campo (un total de 22 con la vuelta acabada). No obstante, dadas las circunstancias, tampoco debe hacerse de menos al resultado de Adrián Otaegui (PAR), que firmaba las tablas, o incluso los registros de Eduardo de la Riva (+1) y Alejandro Cañizares (+1). Borja Virto (+3) comienza a alejarse de la zona templada y Jorge Campillo (+5) y Álvaro Quirós (+10) directamente se han situado en la cola de la tabla, especialmente el andaluz. Los demás españoles (Anglés, Elvira y Pigem) apenas habían arrancado su vuelta y mañana quizá puedan terminarla con mejores condiciones, por lo que saldrían beneficiados con la suspensión. Veremos en todo caso cómo se levanta el día, porque la meteorología anda revuelta en buena parte de Europa.
