BMW International Open. Cita ineludible cada año, desde 1989, del circuito europeo. Una semana, por cierto, a la que el golf español tiene bien cogida la medida. Sobre todo en la última década, aunque Miguel Ángel Jiménez ya lo ganara en 2004. En las diez últimas ediciones, desde 2009, ha sido muy rara la vez que no ha llegado al menos un jugador español a la última ronda con opciones de victoria: hasta 17 top ten acumula la Armada en ese tiempo, obtenidos por ocho jugadores distintos.
Por supuesto, Pablo Larrazábal merece comentario aparte, puesto que ha ganado dos veces el BMW (2011 y 2015) y además lo ha hecho las dos veces en el campo que se juega esta semana, el Golfclub Munchen Eichenried, club situado unos veinte kilómetros al noreste de Munich. También en este campo Sergio García atesora dos segundos puestos: uno en 2011, cuando precisamente perdió en un play off de desempate ante Larrazábal, y otro más reciente, en 2017.
Ambos jugadores están presentes esta semana, así no queda más remedio que considerarlos como la afilada punta de lanza del golf español, a pesar de que Sergio no llega en su mejor momento, tal y como quedó visto en el US Open. Sin embargo, el de Borriol ya dio algún paso hacia adelante en Pebble Beach y no se puede descartar que siga mejorando. Junto a ellos están Rafa Cabrera Bello, que también tiene muy buenos resultados por estos lares, Álvaro Quirós y Gonzalo Fernández Castaño, ambos en evidente y progresivo proceso de mejora, Adri Arnaus, Alejandro Cañizares, José María Olazábal, Iván Cantero y David Borda.
El recorrido del Golfclub Munchen Eichenried estrena greenes completamente nuevos. Como tales, están muy firmes, muy duros, aunque el agua que se espera puede compensar en parte dicha firmeza. Además, ha ganado más de doscientos metros de longitud, con especial mención para el hoyo 3, que pasa a ser un par 4 largo (algo más de 440 metros).
