¿A qué se alude en golf cuando se utiliza esa expresión, la de los planetas alineados? Normalmente y por encima de todo a un empleo sobresaliente de las propias capacidades en todas o la mayoría de las parcelas del juego, desde el tee hasta el mismo hoyo, pero viniendo también acompañado de una pizca de fortuna que en momentos que se escapan al control del jugador, que son puramente azarosos, haga caer la moneda de cara.
Jorge Campillo (-7), colíder del Volvo China Open después de la primera jornada, junto a David Lipsky, Tapio Pulkkanen y Stuart Manley, traía de Rabat los planetas bien alineados. Lo complicado era mantenerlos así después de haber bebido al fin el alucinógeno elixir del triunfo…
Magistral golpe de Campillo en China para rubricar un gran inicio
Y lo ha conseguido según la ecuación expuesta y que pasa inexorablemente por el despliegue de un juego excelente. En la línea de Marruecos. Y adaptándose al perfil exigido: en el Royal Golf Dar Es Salam había que gestionar un campo de talla XL y los pares eran, incluso, un pequeño tesoro; y en el Genzon Golf Club de Shenzhen, mientras no cambien las condiciones a peor, hay que ir muy bajo para asomarse por arriba y los pares no siempre son magníficos.
El extremeño casi no ha dejado de patear para birdie, de principio a fin de la vuelta. Con el driver aún más entonado que el pasado domingo (poco a poco, parece, va metiendo en vereda al nuevo palo), los hierros afiladísimos, como viene siendo habitual, y el putter echando humo, sobre todo por los primeros nueve.
Además, un espléndido segundo disparo en el hoyo 9, par 5, recibía el premio de un bote generoso y en la dirección adecuada, para dejarse una opción inmejorable de eagle, que convertiría desde unos dos metros. Poco después, y tras cometer el único error grosero en la salida del 11, de nuevo ese guiño de la fortuna, pues encontraba la bola en la espesura y con ciertas opciones de sacarla de allí sin penalidad. Terminaría en este hoyo embocando un fabuloso putt desde unos cinco metros para salvar el par, demostrando también que el éxito depende en gran parte de la actitud y las corrientes de energía positiva, si queremos decirlo así.
En China, con Campillo en la cresta y tres focos claros y concretos
El caso es que ahí está de nuevo. ¿Por qué no considerar que pueda llegar de nuevo a los últimos hoyos del domingo con opciones? Curiosamente, los tres líderes vienen de hacerlo muy bien la semana pasada, aunque el mejor de todos ya sabemos quién fue.
Nacho Elvira (-4) se ha quitado el regusto amargo de Marruecos. Tras el accidente, parece haber encontrado de nuevo la senda, aunque le ha costado lo suyo: en el tee del hoyo 13 de su vuelta, saliendo por el 10, venía con un parcial de +1, pero finalizaba desatado con cinco birdies consecutivos, así que no podemos obviar tampoco sus posibilidades. Su notable registro de 68 golpes, eso sí, se quedaba a las puertas del top ten, pero está metido en harina hasta las cejas.
Adri Arnaus (+3), sin embargo, no termina de encontrar el equilibrio. Es como si marchara ahora algo acelerado o ansioso, pero el joven catalán, no lo olvidemos, no deja de ser un novato y estas lecciones no hacen más que pulir y limar. Mientras tanto, no descartemos que mañana pueda regresar y alcanzar una línea de corte que bien pudiera irse a -3. Apuntemos un detalle positivo: un cuádruple bogey en el hoyo 2 (había salido también por el 10) podía haberlo dejado fuera de combate antes de tiempo, pero terminaba al alza, con tres birdies en el último tercio de su vuelta que bien pudieran ser el preludio de una brava remontada.
