Decía Alejandro Cañizares horas antes de empezar la Final de Dubai que una de las cosas que había aprendido jugando con Tiger Woods es que no hay que tener un juego sobrenatural para ser el Número Uno. Lo constató el domingo en Turquía y no ha tardado nada en ponerlo en práctica. Cañi se ha puesto al frente del DP World Tour Championship «sin hacer nada del otro mundo».
Es más, cuando llegó al campo de prácticas esta mañana las señales que emitía su cuerpo no eran precisamente positivas. “Estaba incómodo, no me sentía a gusto, pero esa es otra de las cosas que tengo que aprender, que jugando excelente y estando muy bien se puede estar arriba en los torneos, como en Turquía, pero que cuando no estás fino también puedes estar arriba, como me pasó en Wentworth, en Suiza y hoy. Yo lo sé, pero no se me queda en la cabecita. Me lo tendré que repetir más veces”, señalaba el jugador español poco después de colocar un fantástico 66 en todo lo alto del tablero de la Final de Dubai. Qué mejor que una espléndida versión terrenal para ponerse al frente en el ‘Earth Course’ de Jumeirah.
Hablamos de la versión terrenal de Cañizares, pero lo cierto es que ha jugado muy bien, sólido. No ha hecho nada del otro planeta y esa es la mejor noticia, como el propio andaluz reconocía, pero tampoco ha hecho nada mal. Ha recuperado muy bien y ha pateado de forma consistente. De sus seis birdies sólo dos han sido con putts largos.
Resultados DP World Tour Championship
