«No me gusta como le he pegado a la bola. Lo bueno del día, sin duda, ha sido el resultado. Las he ido luchando y no cabe duda de que ha sido un gran resultado para cómo le he pegado». Son palabras de José María Olazábal (-4) recién finalizada su primera vuelta en el Omega European Masters, tras entregar un magnífico 67 que le ha colocado de momento en sexta posición, a cuatro golpes del líder, el indio Lahiri, cuyo resultado matutino de 63 nadie ha superado en el turno de tarde.
El chascarrillo sale solo: si le has pegado tan mal a la bola y te has metido en el top-ten de un torneo que suele exigir registros bajos para estar ahí arriba, entonces será mejor que le sigas pegando así de mal… Hay una pega: el vasco no es de los que habla por hablar, ni se lame las heridas gratuitamente. Y, además, no hay más que echarle un vistazo a sus estadísticas para entender que lo suyo no ha sido hoy un paseo veraniego por Crans Sur Sierre.
Realmente ha sufrido bastante desde el tee y, por tanto, luego también ha dejado de cazar un buen número de greenes. Él sabe que en esta tesitura al final el campo y las circunstancias te acaban comiendo, pero ya es buena noticia que su juego alrededor de green haya estado casi perfecto: 5/6 en las recuperaciones.
Olazábal ha pateado notablemente y ha sabido aprovechar el momento caliente de su vuelta, entre los hoyos 11 y 15, donde firmaba cuatro birdies. Como este hombre está hecho de otra pasta, y a pesar de los sinsabores de una temporada en la que le está costando hacer buenos resultados, es posible, casi probable, que en el momento de redactar esta crónica siga pegando bolas en el campo de prácticas…
También ha sufrido lo suyo Gonzalo Fernández Castaño (-1), aunque al final también le ha ganado al campo. Pero hoy ha perdido nueve greenes, demasiados si se aspira a algo esta semana. Resalta una vez más su oficio y calidad.
Por detrás se han situado, justo en la línea que marca el corte ahora mismo, Álvaro Quirós, Nacho Garrido y Jorge Campillo, todos al PAR con una vuelta de 71 golpes. Pablo Larrazábal (+2), por su parte, quizá necesite el viernes una vuelta por debajo de setenta golpes para jugar el fin de semana.
