Las mejoras y los buenos resultados, en golf y en cualquier deporte, rara vez se dan cuando no hay detrás un trabajo constante y bien hecho. Pero en ocasiones, la vida, y también el golf, aunque no suela prodigarse en este sentido, dan un respiro. Y entonces puede ocurrir que un jugador que ayer se retiró del Pro Am por enfermedad (un resfriado de manual) y que viene de entrenarse lo justo, muy poquito, a causa de su reciente y primeriza paternidad y también por culpa de algunas complicaciones de salud de su mujer, salga sin expectativa ninguna y saque a pasear su mejor juego…
Precisamente, este ha sido el caso de Alejandro Cañizares (-6), que ha bordado una inmaculada ronda de golf en el recorrido Rojo del Royal Golf Dar Es Salam, quedándose a un solo golpe del líder provisional, el inglés Jordan Smith. Vuelta sin bogeys del español, que además rozaba la perfección por momentos, sobre todo por sus primeros nueve hoyos (salía por el 10), para terminar firmando una tarjeta de 67 golpes en este par 73, un auténtico pelotazo en este campo. No hay más que mirar la clasificación para certificarlo: poco más de una docena de jugadores han cerrado una ronda por debajo del par en el turno matutino.
Lo mismo puede decirse del líder, Jordan Smith, que comenzaba salvando pares a la remanguillé (enchufaba un putt de unos seis metros en el hoyo 10, el primero de su vuelta, para salvar el par), para poner después en marcha una máquina de pegar golpazos (y meter putts) perfectamente engrasada.
A Nuria lo mismo le da ocho que ochenta
Recordemos que Cañizares ya ganó este torneo hace cinco años, pero hay que apuntar que lo hizo en otro campo, el del palacio de Agadir. De hecho, el Royal Golf Dar Es Salam, nunca se le había dado demasiado bien. Pues eso, que a veces sale uno a verlas venir, dicho en el mejor de los sentidos, sin expectativas y muy relajado, dibujando y encuentra la vía zen, sin duda una de las más recomendables en el deporte de los catorce palos.
El Hassan II saca de nuevo a la palestra el ‘Enigma Quirós’
A Pedro Oriol (PAR) no le habrá sabido nada bien el bogey final para terminar en el 18, par 5, pero este resultado, esta semana en Marruecos, siempre debe ser bienvenido. Así lo entendían también Álvaro Quirós (PAR), que se ha mantenido en pie en un día no demasiado bueno con el driver, y Adrián Otaegui (PAR) que se mostraba moderadamente satisfecho al finalizar la ronda con idéntico resultado.
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Pero en el recorrido marroquí siempre hay recuento de víctimas. Iván Cantero (+3) y Gonzalo Fernández Castaño (+6), que iban jugando juntos, comenzaban con buen paso y números rojos tempraneros, pero se les terminaba haciendo muy larga la vuelta. Adri Arnaus (+5) tampoco lo va a tener sencillo para meterse mañana en el corte.
