El Golf du Palais Royal, escenario mega-ultra-exclusivo en el que se disputa el Trofeo Hassan II, ha vuelto a demostrar qué tipo de recorrido es, una vez disputada la primera jornada: un juez inflexible y melindroso, pero seguramente más justo que otra cosa. Quien juega muy bien puede (y suele) hacer pocas; quien juega sólo bien se defiende y gana al campo; quien juega mal o comete errores puntuales pero de bulto, pringa; y quien juega muy mal puede forrarse, incluso aunque no sople demasiado el viento.
Adrien Saddier (-7) ha jugado muy bien, por ejemplo. El joven francés de 22 años comenzaba con un eagle en el hoyo 1 y terminaba entregando una de las únicas tres tarjetas sin bogeys del día.
Eduardo de la Riva (-4) tampoco lo ha hecho nada mal. El catalán lleva sus propios tiempos y cada vez se siente más seguro y confiado. Cada vez es mejor jugador, porque su juego corto sigue ganando enteros, y su hora está al caer. La hora de la victoria, se entiende.
José María Olazábal (-3) ha sido otro de los destacados. El vasco, de hecho, bien podría haber terminado unos cuantos pasos más arriba en la tabla, porque se ha mostrado brillante por momentos. De hecho, Chema no terminaba una vuelta en el circuito europeo con un resultado de tres bajo par desde hacía más de un año… Resulta gratificante verlo en su mejor versión a escasas fechas del Masters. Aún a riesgo de resultar recalcitrantes, hay que volver a reconocer que nadie lo merece más que él, porque nadie trabaja más que él. Todavía tendrá que confirmar esta semana si las indicaciones que le está dando Butch Harmon realmente cristalizan en una línea consistente de juego.
Rafael Cabrera Bello (-3) ha compensado a base de birdies un par de errores de bulto y, por tanto, confirma que viene ya bien encarrilado. Algo parecido puede decirse de Pablo Larrazábal (-2), aunque hoy no haya sacado la varita mágica alrededor de green con la frecuencia que acostumbra. Las tarjetas de 71 golpes de Jorge Campillo, Adrián Otaegui y Pedro Oriol hay que considerarlas más que positivas, mientras que la cruz de la moneda le ha caído a Alejandro Cañizares (+5), el defensor del título, que se ha mostrado extraña y reiteradamente errático con los hierros. El corte puede irse mañana viernes hasta +2, así que todavía no debe descartarse su presencia el fin de semana.
La lucha que mantienen varios jugadores por ganarse una plaza en el Masters se ha saldado de momento con un gran arranque de George Coetzee (-5) y Marcel Siem (-4). Ambos, por cierto, necesitan ganar aquí para conseguirla.
