Carlos del Moral (-26) se ha bajado de la apisonadora, se ha sacudido el polvo de las manos y la pechera, ha saludado fríamente y se ha metido la tarjeta del circuito europeo en el bolsillo. Sayonara, baby…
Es un decir y un exagerar, claro, pero casi podría contarse así después de la demostración que ha brindado el valenciano en la Final de la Escuela. Del Moral ha entregado hoy, sexta jornada, una tarjeta de 67 golpes, más que suficiente para ganar con cinco golpes de ventaja y por segunda vez (2008 y 2013) este peliagudo torneo a 108 hoyos en el que las emociones están a flor de piel.
No sólo eso, además es la cuarta vez en seis años que obtiene la tarjeta por esta vía, sin olvidar que en otra de las ocasiones fue segundo. Será el PGA Catalunya, que le entra por los ojos, especialmente su recorrido Stadium, será que se crece al borde del precipicio, será… ¿Qué será?
«Ganar este torneo tan duro, después de seis largas jornadas, es algo muy especial, la recompensa al trabajo hecho durante el año. A veces tienes dudas de si estarás perdiendo el tiempo, pero esto te demuestra que no. Ojalá pueda mantener este momento las próximas semanas en Sudáfrica», señaló Del Moral.
El jugador español ya es miembro del European Tour 2014. Le han sobrado la friolera de 17 golpes para conseguirlo, que son la diferencia que hay entre él y la línea que separaba del resto a los primeros 25 y empatados (27 jugadores han conseguido la tarjeta). Es casi inconcebible, pero hoy, por tercera jornada consecutiva, Carlos ha entregado la mejor tarjeta del día. En estos 54 hoyos, el siguiente mejor jugador se ha quedado a ocho golpes (el americano Connor Arendell)…
Justo por detrás suyo, el paraguayo Frabizio Zanotti (-21) tampoco ha pasado apuros. Su juego, sin llegar a la explosividad de Del Moral, ha sido un prodigio de solidez: sólo un bogey en los últimos 54 hoyos. Y aún más: sólo cinco bogeys y un doble bogey a lo largo y ancho de toda la semana, que son 108 hoyos. Como siempre en una cita de estas características se pueden extraer y destacar numerosos datos y situaciones:
– Hay que destacar la presencia de cuatro jugadores norteamericanos entre esos 27 que obtienen la tarjeta: Hahn, Arendell, Paolini y Knutzon. Tan solo Inglaterra ha metido a más (5). Se confirma pues lo que era una evidencia: el golf profesional estadounidense ha entendido que Europa es una gran salida.
– Dos franceses de 21 años también han triunfado: Gary Stal y Adrien Saddier. Lo que unido a la reciente victoria de Dubuisson (23 años) en Turquía nos da una ligera idea de cómo se está trabajando en el país vecino, pensando sobre todo en esa Ryder de 2018 en París…
– En el otro lado de la moneda, por la edad, hay que aplaudir a Mikael Lundberg, que consigue de nuevo la tarjeta a sus cuarenta años.
– Lo del escocés Alastair Forsyth ha resultado ser hoy como una película de terror. Con final feliz, eso sí. Se ha metido entre los elegidos con una última vuelta en la que ha firmado hasta tres dobles bogeys.
– Por desgracia, siempre hay que echar un vistazo a esa lista de ilustres que se han quedado sin premio: Oliver Wilson, Oliver Fisher, Bradley Dredge, Richard Finch… Y eso si miramos sólo a los que consiguieron pasar el corte.
– La nota trágica corresponde esta vez al francés Edouard Espana y al sudafricano Tjaart Van der Walt, que firmaban un bogey en el último hoyo para quedarse fuera.
