El Hero Dubai Desert Classic sigue abriéndose paso como buenamente puede en la edición más complicada de su ya larga historia. Hoy, viernes, los jugadores que más lejos han llegado apenas han completado siete hoyos de la segunda ronda, aunque la interesante decisión del DP World Tour de terminar el lunes resta estrés a la intendencia del torneo y a los jugadores y garantiza un largo, apasionante y hasta caluroso desenlace del torneo, al fin sin agua.
No hace falta retorcer la realidad para reconocer el morbillo que aporta la foto actual de la clasificación, con dos jugadores de LIV Golf en lo más alto, coliderando, los ingleses Ian Poulter (-8) y Richard Bland (-8), y otro más dentro del top ten, muy cerquita de la cabeza, que además es Patrick Reed (-6), un experto en echarle a los platos pimienta. Sin olvidar la presencia de otro puñado de chicos LIV que se mueven dentro del radar que controla al grupo de candidatos, todavía muy numeroso, dada la altura del torneo en la que nos encontramos: Sam Horsfield (-3), Bernd Wiesberger (-3) o Henrik Stenson (-2).
Tanto Poulter como Bland, eso sí, acaban de arrancar la segunda vuelta. Al primero le quedan quince hoyos por completar y catorce al segundo. Pero ahí están. Y Bland ya lo hizo bien la semana pasada en Abu Dhabi.
Puestos a enfocar la parte más picantona o morbosa, seguimos a la espera de ver si McIlroy y Reed terminan coincidiendo el domingo (tercera ronda) o el lunes (cuarta). Pero ya es singular que en estos primeros accidentados días se haya reanudado o vaya a reanudarse el juego ‘a tiro’ en dos ocasiones (hoy ya ocurrió y mañana volverá a darse el caso). O que realmente haya planeado como una amenaza muy seria la posibilidad de resolver el torneo a tres días…
Ha sido y está siendo una semana muy LIV, en algunos sentidos, como se ve. Recordemos que arrancaba con una reunión informal (pero ‘on the record’) entre los periodistas y el jefe ejecutivo del circuito europeo, Keith Pelley, en la que se abordaba y trataba por encima de cualquier otra cosa el asunto LIV en su vertiente jurídica. Pues bien, hay otro detalle, nimio si se quiere, pero que añade un matiz de lo más gracioso a este singular periplo. Como es muy fácil imaginar, el hecho de hacerse todo el mundo con un paraguas en Dubai no es tarea sencilla. SRiencillamente, no hay. Pues bien, hoy mismo llegaban refuerzos al campo, destinados a todo el ‘staff’ del circuito europeo, pero resulta que los más de cincuenta paraguas eran de la marca… Greg Norman. Qué se le va a hacer, es la que surte al Emirates Golf Club. Por supuesto, nadie ha tenido ningún problema en usarlo. Ande yo caliente…
Si el resto de dias van por el mismo camino, esto parece el guion de una pelicula.