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El día que Hoey descubrió su instinto asesino…

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Fue hace tres años. Se jugaba la tercera ronda del Open de Madeira y Michael Hoey salía como líder con un golpe de ventaja sobre Tano Goya…

Buscaba su primera victoria en el Circuito Europeo y confirmar así las expectativas que había generado su brillante carrera amateur. Sin embargo, su fin de semana fue para olvidar. Dos vueltas de 75 y 72 golpes y adiós a la victoria. Una y no más. Allí nació un perfecto asesino de los domingos.

Apenas dos semanas después de aquello, Hoey ganaba su primer gran título. Lo hacía, además, sufriendo hasta el final, con un desempate terrible frente a un consumado ganador del Circuito como Gonzalo Fernández Castaño. El norirlandés se había cansado de quedarse a medias. Desde entonces, torneo en el que tiene opciones de ganar, torneo que se mete en el bolsillo. Su estadística es casi del cien por cien.

Hoy lo ha vuelto a hacer en el Trofeo Hassan II. Eran muchos los candidatos a la victoria en Agadir. Nada menos que 21 jugadores estaban en apenas cinco golpes. Un pañuelo. Pero nadie ha sido mejor que Hoey. Este norirlandés de 33 años y cara aniñada juega con la agresividad de un león cuando huele la presa. Ha hecho 65 golpes, la mejor vuelta del día sólo superada por un iluminado Jamie Donaldson, que ha hecho 61 coqueteando durante mucho tiempo con el 59. Pero el galés venía desde muy atrás y apenas contaba. De los gallitos, el mejor ha sido Hoey de largo…

Hablamos de un jugador que se ha convertido en un terrible enemigo cuando se trata de luchar por el triunfo un domingo. Sólo hay que mirar su palmarés. Ha ganado cuatro torneos y sólo tiene tres top ten más, todos ellos llegando desde atrás y sin opciones reales de ganar, a excepción de esa primera vez en Madeira. Su porcentaje de éxito es brutal. Cuando se pone para ganar, gana.

Hoey es un jugador que sube muchísimo la calidad de su juego cuando pelea por algo importante. Y la diferencia entre este Hoey y aquel de 2009 es que cada vez se pone con más asiduidad con opciones de ganar. No en vano, ésta en Marruecos ha sido su tercera victoria en menos de un año. La joya de la corona sigue siendo el Alfred Dunhill Championship que conquistó en el pasado otoño.

Hoey no ha dado opciones y ha ganado con tres golpes de ventaja, aunque los que más guerra han ofrecido han sido Damien McGrane y José Manuel Lara. McGrane (-14) ha dado la sensación de que ha tenido miedo a ganar después de un inicio arrebatador con dos birdies en el 1 y en el 2. Su juego ha empezado a ser conservador y, sobre todo, su destreza alrededor de green ha dejado mucho que desear. Cuando está fino, este veterano irlandés hace temblar los trapos, pero cuando llega la presión y es más difícil ajustar los tiros a greenes tan difíciles, además, como los de Marruecos, exhibe algunas carencias. Su juego corto lo ha alejado hoy del triunfo.

Lara (-11) ha dado la cara hasta el hoyo 14. El valenciano conseguía un soberano birdie en el 10 merced a un fantástico putt de unos 5-6 metros. Un hoyo que olía a bogey (a punto estuvo de irse al agua) servía de catapulta al español. A partir de ese momento ha jugado se forma sensacional. En el 11 se le ha escapado una opción de birdie de dos metros, pero no ha hecho daño. Ha seguido jugando bien. Sin embargo, el golpe que ahora mismo estará rondando la cabeza del valenciano ha sido el putt de apenas medio metro que ha fallado en el 14 para birdie. Ha pegado un tiro espectacular en este par y se dejaba el birdie hecho. Seguro que ya lo tenía apuntado mentalmente en su cabeza. Salir de ahí con par ha sido un batacazo y lo cierto es que ya no ha sido capaz de enderezar la vuelta.

Hoey seguía haciendo birdies por delante, aprovechando los pares 5, y a Lara le jugaba una mala pasada su driver. Comenzó a desajustarse y ya fue imposible volver a meterse en la pelea. Finalmente, ha cosechado un top ten que ahora mismo seguro que le sabrá a poco, pero que no deja de ser una muestra más de la sólida temporada que está haciendo el valenciano.

Nacho Garrido (-11) llegaba desde atrás y por momentos pareció que llevaba el traje de ‘outsider’. Nadie contaba con él, pero hoyo a hoyo estaba cada vez más cerca de los líderes y jugando un golf soberbio, pateando siempre para birdie desde menos de cuatro metros. Tenía todo el perfil de ser la sorpresa del domingo. Sin embargo, se frenó en el 17, donde no pudo hacer el birdie a pesar de estar alrededor de green de dos, y, sobre todo, le jugó una mala pasada el hoyo 18. Fue a por todas desde el tee y no tuvo suerte. La bola se clavó en el búnker de calle, muy cerca del talud. Tuvo que jugar corto, volvió a ser muy agresivo en su tercer tiro y se pasó el green. Total, doble bogey que deja un sabor agridulce, pero que no debe deslucir una gran jornada final del madrileño, que cada vez está más cerca de lo que busca.

Pablo Larrazábal (-11) ha sido la historia contraria a Garrido. Ha ido de menos a más. Ha terminado con dos birdies para meterse en el top ten junto a los otros dos españoles. Muy bien luchado por parte del catalán. Pablo suma y sigue.

Matteo Manassero no ha podido completar la machada de meterse en el Masters de Augusta ganando en Marruecos. Lo tuvo cerca, pero un doble bogey en el hoyo 8 lo dejó prácticamente sin opciones. Ha terminado, eso sí, en el top ten.

En cuanto al resto de los españoles, sólo Pablo Martín (+2) consiguió despedirse de Agadir con una vuelta bajo par, 70 golpes.

Así lo vivimos minuto a minuto

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