– José María Olazábal ha entregado una tarjeta de 74 golpes. A bote pronto quizá se pueda pensar que el vasco no ha estado fino desde el tee y se ha metido en numerosos problemas por culpa del tan traído y llevado rough, puesto que su caballo de batalla suele asomar por esta parcela del juego.
Pero esta vez no ha sucedido de este modo, para desgracia del gran capitán. De hecho, Chema ha sido el jugador que más calles ha cogido en la primera jornada (más de un ochenta por ciento; sólo ha fallado dos). Sin embargo, ha sufrido mucho en los greenes (34 putts). Remataba el mal día con un putt de algo más de un metro fallado para birdie en el 18. Otra prueba para la paciencia de hierro de Olazábal, que de hecho se mantuvo buena parte de la vuelta en números rojos, bajo par.
– Matteo Manassero (-1) ya es jugador de Callaway a todos los efectos. Su nueva marca le había dado todas las facilidades, dejándole un margen de seis meses para terminar de habituarse al nuevo material. Pero el italiano es de rápida adaptación y ya lleva todo el nuevo material en la bolsa. Sin excepción.
– Alejandro Cañizares (-1) finalizaba su vuelta con un doble bogey dañino en el 9. Se fue al agua desde el tee y en honor a la verdad hay que explicar que en el momento de iniciar el backswing se escuchó un grito y el asunto terminaba como terminaba. Gajes del oficio.
– Si Olazábal era hoy el mejor desde el tee, Álvaro Quirós se iba justo al otro extremo. Sólo ha cogido tres calles. Y sin embargo, no ha sido el menos acertado en esta estadística, aunque éste no andaba muy lejos de él: Kiradech Aphibarnrat (+4), que marchaba en el mismo partido que el de Guadiaro, sólo ha cazado dos calles. No es extraño que Quirós anduviese muy satisfecho después de haber entregado una tarjeta bajo par (71 golpes). No le quedaba más remedio que ver la botella medio llena.
