Vuelve esta semana el Open de Francia al calendario después de dos años de ausencia por culpa del Covid-19. Desde 1906, año de su primera edición, tan solo había dejado de jugarse durante las dos guerras mundiales…
Y no es sólo que regrese esta cita, imprescindible por su solera y palmarés (hasta Walter Hagen lo ganó en los felices veinte del siglo pasado), es que además volvemos a encontrarnos con el Golf National, uno de los campazos de la temporada, donde se ha disputado este torneo en sus últimas 18 ediciones y 27 en total desde que se estrenara en 1991.
El formidable recorrido, definitivamente elevado a la categoría de mito desde que se jugara allí la Ryder en 2018, va a conceder un considerable respiro a los jugadores esta semana, puesto que el rough anda escaso, casi brilla por su ausencia en según qué zonas. Y el parte meteorológico tampoco anuncia grandes problemas, más allá de algunos chubascos durante el fin de semana y temperaturas frescas en las primeras horas de cada jornada. Por todo ello, quién sabe, hasta podría peligrar aquel imponente resultado de -17 con el que Retief Goosen ganó en este campo en 1997, el mejor registro firmado en cuatro rondas en el Golf National.
Hasta diez españoles se han dado cita en este torneo, liderados ahora mismo por un Jorge Campillo que atraviesa por un buen momento. Además están Álvaro Quirós, Alejandro Cañizares, Alfredo García Heredia, Carlos Pigem, Ángel Hidalgo, Pep Anglés, Santi Tarrio, Sebastián García Rodríguez y Adrián Otaegui. Llama la atención la presencia de Patrick Reed, así como la del defensor del título, Nicolas Colsaerts. El belga, muy afectado esta temporada por una rara enfermedad renal, todavía no ha conseguido pasar un corte en sus escasas nueve apariciones en el año 2022, aunque ahora al menos está pudiendo jugar y trabajar con continuidad y quizá esta semana cambie su suerte.
