El golf también pone las cosas en su sitio de tanto en tanto. Digamos que la victoria de Francesco Molinari (-22) en el Abierto de su país, Italia, hace justicia a un jugador con más peso y talla de lo que dictaba su palmarés de triunfos, tres hasta hoy, el último de ellos en el Open de España de 2012. Por fin cierra un sufrido póker y seguro que se puede apostar a favor de que no pasarán otros cuatro años hasta que vuelva a cantar victoria.
Molinari, además, ha triunfado en la última jornada ante un gran campeón que le ha estado apretando hasta el final, Danny Willett (-21). Un ‘killer’ que todavía le obligaba a embocar en el 18 uno de esos putts de corta distancia que tantos sobresaltos han provocado en la carrera del italiano.
Estos dos gallos, Molinari y Willett, que salían a jugar la última vuelta marcando de cerca al líder, Alexander Levy, terminaban firmando los dos mejores registros del día, 65 y 66 golpes, así que la empresa se hacía poco menos que imposible para el resto, que venía desde más atrás. Francesco arrancaba con una ráfaga de eagle-birdie; Willett respondía con dos birdies en los cuatro primeros hoyos… Cuando Levy hizo doble bogey en el 5 realmente ya pareció que el asunto era cosa de dos.
Nacho Elvira (-18), por tanto, poco o nada podrá reprocharse respecto a la última ronda. Hacerlo aún mejor (igualó el resultado de Willett, 66 golpes) era muy complicado. Había que apretar y esperar que el partido estelar se echara a temblar, como tantas y tantas veces ha ocurrido. Y apretó de firme, pero esta vez no se abrió ninguna fisura por la que colarse. A cambio, con este excelente tercer puesto en una cita de elevado nivel, el cántabro se instala en una nueva dimensión, dentro del top-60 de la Race to Dubai (puesto 43º), cada vez más confiado en sus posibilidades y seguro de haber trazado la senda correcta en todo lo que se refiere al modo y equipo de trabajo.
El papel de la Armada, con Nacho esta vez en la punta de lanza, ha sido óptimo. Muy destacable. Jorge Campillo (-15) y Alejandro Cañizares (-15) también se metían dentro del top-ten y Rafa Cabrera Bello (-14) se quedaba a las puertas. Adrián Otaegui (-12), por su parte, cerraba otra semana consistente (sólo cuatro bogeys en 72 hoyos, igual que Campillo) y hasta Miguel Ángel Jiménez (-8) nos dejaba la delicatessen final de una vuelta de 66 golpes, al nivel de los mejores. Si algo le sobra a este hombre, además de talento, es dignidad y amor propio. Resultados en directo.
