La primera jornada del Open de Sudáfrica, que se disputa en el Durban Country Club (Durban, Sudáfrica) fue suspendida definitivamente sin que apenas seis jugadores pudieran haber completado al menos nueve hoyos. La causa ha sido el exceso de agua que ha caído sobre el campo, una auténtica manta que ha dejado injugable el recorrido…
Mañana viernes, de hecho, se retrasará incluso el inicio del juego para darle más tiempo al drenaje y a los empleados de dejar el piso en las mejores condiciones posibles. La noticia es que la dirección conjunta del torneo (Sunshine y European Tour) parece tener claro que va a ser muy complicado jugar los 72 hoyos preceptivos. Los planes pasan por garantizar al menos las dos primeras rondas, con su correspondiente corte, y tratar de terminar el domingo a 54 hoyos, si es posible.
Lo que se descarta es retrasar al lunes el final del torneo, debido sobre todo a las fechas navideñas. Se considera que en este momento del año podría suponer un grave trastorno para muchos el simple hecho de cambiar los vuelos y encontrar los enlaces y billetes adecuados.
Todo un palo para esta 100ª edición del Open de Sudáfrica, deslucida antes casi de empezar. Ni que decir tiene que el margen para remontar el vuelo se ha reducido considerablemente, si uno pasa el corte justito. Es un open express y hay que saber jugar con esta nueva situación, aunque al fin y a la postres consiste en lo de siempre: hacer más birdies que el de al lado…
Cinco jugadores han llegado hasta el -2 y lideran la clasificación (Olesen, Drysdale, Van den Heever, Maritz y Goosen). Rafael Cabrera Bello marchaba al PAR del campo con cuatro hoyos jugados en el momentos de la suspensión. Igual que Sebi García Grout, aunque éste sólo ha terminado un hoyo; Álvaro Velasco ha llegado a terminar ocho hoyos, con un acumulado de +1. Pablo Martín y Carlos del Moral no han llegado a salir.
