– El liderato del Portugal Masters se ha quedado en -6 al final del día, allá donde lo llevaron Álvaro Quirós, David Lynn, Jamie Donaldson y Simon Thornton en el turno de mañana. Pero también por la tarde, aunque las condiciones eran algo más complicadas (greenes más duros y pisados, algo de viento), se han firmado tarjetas de 65 golpes: Felipe Aguilar, Max Kieffer y Graeme Storm han sido los valientes.
Así pues, siete líderes como siete soles y casi treinta jugadores por arriba en un margen de dos golpes. A codazos en los grenes para hacer birdies…
– Jorge Campillo (-2) podía haber sido de largo el mejor de la Armada en el turno vespertino de juego, acercándose a esos registros de arriba de la tabla, pero nada más comenzar su vuelta se encontraba de frente con la fatalidad. El extremeño iniciaba su vuelta de la mejor manera: birdie en el 1. Pero en el green del 2, con la bola bien situada a unos cuatro metros para birdie, se le movía cuando ya estaba colocado para patear y salía de allí con un bogey traicionero, ingrato e injusto.
No es que soplara mucho el viento, pero se le había quedado posada en una zona parda del tapete y con algo de pendiente, y de improviso echó a andar… Por desgracia, además, la frustración se alargó hasta ell siguiente hoyo, el 3, donde también firmaba el bogey. A partir de ahí, remontada y a pensar en un viernes más generoso.
– Gonzalo Fernández Castaño (-2) debiera también andar por ahí arriba, si nos atenemos a un dato que siempre que se da, produce escalofríos: ha cazado los 18 greenes del Oceanico Victoria. Pero el putt no ha estado puntero. Lo más importante, en todo caso, es que su espalda ha respondido con normalidad, después del susto que sufrió ayer y de la sobrecarga que traía de las últimas semanas.
– Eduardo de la Riva (-2) y Pablo Larrazábal (-2) se han situado correctamente antes de coger el viernes, con ganas y greenes impolutos, el turno de mañana. De la Riva no suele bajar de 30 putts por vuelta (se cuentan con los dedos de una mano, y sobran, las veces que lo ha conseguido en todo el año 2013), así que esta es una vez más la explicación de que el jugador barcelonés no haya entregado una tarjeta aún mejor. Todo se andará, porque él está trabajando duro en el putting green…
– José María Olazábal es una bendición para muchos jugadores del circuito. En realidad, para todo aquel que se le acerque pidiendo ayuda. Él sigue sufriendo con su drive (hoy sólo ha cogido cinco calles…), pero la excelencia la lleva en la cabeza. Y es todo un maestro en el juego corto. Bien lo sabe Nicolas Colsaerts, que hoy ha estado trabajando duro esta parcela del juego con Chema (VER FOTO y VIDEO). No crean ustedes que han sido un par de consejitos y a correr. Han estado cerca de dos horas trabajando todo el juego corto. Lo dicho, una bendición (por cierto, Olazábal entregaba hoy un 72 después de firmar un fantástico 7/9 en las recuperaciones).
– Nacho Garrido (+7) ha dicho adiós a sus posibilidades de salvar la tarjeta del circuito. Un cuádruple bogey en el hoyo 18 (comenzaba por el 10) después de irse dos veces al agua, suponía un durísimo golpe para el madrileño. Nacho ha finalizado su vuelta y después se ha retirado del torneo, muy cansado.
Sus planes pasan por la Final de la Escuela, pero a pesar de la decepción, no se ha marchado con la cabeza agachada. Simplemente, tal y como nos contaba esta misma semana, se abre una paréntesis después de veinte años como miembro de pleno derecho del circuito, que puede ser fugaz si recupera la tarjeta en la Escuela, o algo más prolongado. Pero en ningún caso lo afrontará desde la frustración. El guerrero también se merece un descanso.
