«Ha sido un día durísimo… Venga, vamos a dejarlo sólo en durísimo por no decir otra cosa». José Manuel Lara ‘dixit’. «Estoy agotado, sobre todo mentalmente. Con este frío había que pensar cada golpe al ciento veinte por ciento de concentración y el desgaste ha sido tremendo, te deja vacío». Gonzalo Fernández Castaño ‘dixit’…
¿Les parece un buen resumen de una segunda jornada del Iberdrola Open que, por cierto, no ha podido concluirse por falta de luz? (Sólo tres partidos se han quedado sin acabar).
El corte se ha situado finalmente en +6, así que el joven amateur de 19 años, Antonio Ferrer (+6) ha cumplido su sueño y, además lo ha hecho después de dos duras jornadas de golf. Puede sentirse satisfecho, porque profesionales muy experimentados han tenido que rendirse a Pula. Por momentos pareció que el +7 podía entrar, pero se quedará fuera finalmente. Los líderes son Edberg Y Kingston, ambos con -5, con mención especial para el sudafricano, que ha mantenido su resultado de ayer a capa y espada.
El epicentro del drama se ha situado sin lugar a dudas en el hoyo 3, que se ha jugado desde atrás del todo y que demandaba desde el tee un golpe de 208 metros de vuelo para pasar el barranco que defiende el inicio de la calle. Aparentemente ninguno de estos profesionales debiera tener problemas… Pero si te pega de frente el viento con rachas de hasta 40 kilómetros por hora, el escenario ya es sensiblemente distinto.
Más de veinte jugadores han salido de allí con un doble bogey como mínimo, si bien César Monasterio se ha llevado la palma de la tragedia con un 12… Porque, de hecho, aunque ganases la calle luego te quedaba un tiro a un green que está defendido en ambos flancos por hileras intransitables de matas y juncos. Habrá, entonces, que ponerle un monumento al italiano Marco Soffietti, único que ha hecho birdie allí por la tarde burlando al gélido viento del norte.
No todo ha sido llanto y crujir de dientes. “He jugado muy bien al golf. Lástima de esos tres bogeys en la vuelta con segundos tiros que no eran tan malos… Pero no puedo pedir más”, explica Gonzalo Fernández Castaño (-2), que con un 68 (mejor resultado del segundo turno de juego) se ha metido en los últimos partidos de mañana. Ha pegado auténticos tirazos con los hierros, hasta el punto de rozar el hoyo en uno en el 13, donde, curiosamente, luego firmaba el par.
José Manuel Lara (+1) ha demostrado hoy, precisamente hoy, que su cabeza está limpia y sana. Fin de la convalecencia. ¿Se puede remontar un parcial de +4 en los primeros cinco hoyos con nubarrones en la azotea? Pues eso. Impresiona también el rendimiento de Manuel Quirós (+1), que ha jugado los segundos nueve por la tarde en 33 golpes, sin errores, para alcanzar el top-ten. Su sonrisa de oreja a oreja al finalizar, plena y relajada, hablaba por sí sola. Álvaro Salto (+4) también ha estado de dulce, entregando una tarjeta de par en el turno de tarde. Insistimos: eso son palabras mayores (sólo nueve jugadores han hecho par o mejor).
Han pasado el corte trece componentes de la Armada. Doce se quedan fuera. Un reparto equitativo y normal. Pero tenemos a cuatro en top-ten (Cañizares (VER CRÓNICA DE LA MAÑANA COMPLETA), Castaño, Quirós y Lara) y magníficas opciones de victoria.
¿Y mañana? Pues mañana más. Sol radiante, parece ser, pero viento de casi 50 kilómetros por hora. También del norte, fresquito. Que se amarren los machos, aunque ya les adelantamos que el tee del 3 no será el mismo. “¿Quién dijo miedo?”, se despedía Gonzalo.
