Marcel Siem (-11) es el líder indiscutible y en solitario del Open de Gales que se disputa en el ‘Twenty Ten’ course del Celtic Manor Resort (Newport, Gales). Y más que en solitario podríamos decir, casi, en soledad, puesto que saca tres golpes al segundo clasificado tras entregar una gran tarjeta de 66 golpes y sin errores. Magnífico el jugador alemán. El golf español, por su parte, también puede estar hoy de enhorabuena…
Así es, ya que Gonzalo Fernández Castaño (-8) saldrá mañana en el partido estelar junto a Siem. El madrileño completaba unos primeros nueve hoyos muy movidos, pero claramente al alza, y disparaba definitivamente sus opciones con tres magníficos birdies consecutivos (hoyos 11, 12 y 13), llegando a liderar el torneo. A partir de ahí… Una verdadera lástima. Porque aún pateaba para birdie casi en cada green (en todos salvo el 16, donde embocaba un buen putt de par), con opciones especialmente claras en los hoyos 15 y 18.
El caso es que Gonzalo ha jugado hoy casi tan bien de tee a green como el jueves, pero aquel día no metió ni una y hoy, al menos, se ha metido en el partido estelar. Parece que ha recuperado esas fantásticas sensaciones en el golpeo de la bola de hace unas semanas y tampoco puede decirse, en absoluto, que haya pateado mal, aunque no embocara esas últimas oportunidades.
Hace hoy justo tres semanas, Fernández Castaño también se metía en un partido estelar del domingo. Ocurría en Pula Golf, en Mallorca, tras otro portentoso sábado de golf. A toro pasado, el jugador español tiene ese reciente precedente en el que apoyarse, del que aprender, porque en aquella ocasión reconocía después haber salido con ciertos nervios a jugar la jornada definitiva. ¿Y cómo pueden aplacarse los nervios negativos? Esa es la eterna lucha del deportista… Pero seguramente hay una receta que mal no puede venir: desdramatizando el resultado y visualizando hechos y situaciones positivas.
Sea como sea, jugadores como Tiger, Mickelson, o el propio Sergio García, repiten una y otra vez que el gran objetivo de cada semana es llegar al domingo metidos en la pomada. A partir de ahí, ni todo es controlable, ni los demás se chupan el dedo. Pues eso: objetivo cumplido.
Miguel Ángel Jiménez (-5) ha estado muy cerca de meterse también en lo más alto. Una de las claves quizá haya estado en el hoyo 15, ese precioso e interesante par 4 corto en el que se puede tirar a green desde el tee. El malagueño se dejaba una opción de eagle de unos diez metros y se marchaba de allí con el par… Un inoportuno y dañino frenazo. En el 18, por contra, salvaba un buen par después de irse al agua de segundo tiro. Faltó ese impulso final.
José Manuel Lara (-3) comenzaba frío para ir remontando después, hasta el punto de rondar también el top-ten al final de su recorrido. Un bogey en el 18 lo impedía. Pero está ahí, cerca de esos cheques que de verdad mueven una temporada…
Álvaro Quirós (-1), Nacho Garrido (+3), Pablo Martín (+4) y Pablo Larrazábal (+4) necesitaban vueltones para meterse en la lucha. Hoy no era imposible porque el campo se dejaba hacer más que en jornadas anteriores (seguramente con unos greenes algo más rapiditos, más francos). Así lo han demostrado Stephen Gallacher (-7 tras entregar un 63), Graeme McDowell (-7 tras entregar un 64) o Simon Dyson (-6 tras entregar un 65). Pero una cosa es comprobar que no era imposible y otra muy distinta concluir que era sencillo… Tan solo el de Guadiaro ha jugado bajo par, pero está muy lejos.
Mucha atención a las previsiones para mañana, ya que se anuncia agua y algo más de viento. La lucha por arriba está caliente, con un viejo rockero como Bjorn (-8, igualado con Gonzalo) que ha sacado punta a su putter, otrora mágico.
