De plata de ley. Así ha sido la segunda ronda de Santi Tarrio (-2) en el Betfred British Masters. El golfista gallego ha entregado una tarjeta de 69 golpes en el Brabazon course de The Belfry, la segunda mejor del turno de tarde tras el 68 que ha firmado el inglés Paul Waring. Eso sí, Santi ha salido a jugar media hora más tarde. Mucho mérito y nada ha sido regalado. Se la ha currado con pico y pala y una buena colección de tirazos.
De hecho, Tarrio ha firmado ocho hoyos en los que parece que ha cambiado los palos por los dardos y los greenes los ha visto como dianas. Ha empezado por el 10 y el giro de tuerca se ha producido en el 16, con un gran segundo golpe a poco más de cuatro metros de la bandera. Antes, había hecho su primer birdie en el 13 (después de empezar con dos bogeys) metiendo un putt de casi trece metros. El único bonus del día.
Entre el 16 y el hoyo 5 lo ha bordado. Se ha ido dejando una opción de birdie clara detrás de otra y ha hecho cinco, nada menos, con putts que no han superado los dos metros de distancia. Sensacional. Ha sido una exhibición. En esas dos horas de golf, nadie ha jugado mejor que el de Santiago en The Belfry.
Con esta vuelta, Santi se ha colocado en el puesto 21º, pero está metido de lleno en la pelea, ya que la clasificación se ha compactado de lo lindo en una jornada donde ha costado mucho más hacer resultado. Está a sólo cuatro golpes de los líderes, Justin Rose (-6) y Antoine Rozner (-6). Hay atasco en la tercera plaza, con un resultado de cinco bajo par. Se concentran siete golfistas, entre los que destacan el amateur John Gough, Yannik Paul, Thorbjorn Olesen y Andy Sullivan. También están arriba Robert MacIntyre (-4) y Ryo Hisatsune (-4).
En cuanto a los españoles, Alejandro del Rey (PAR) y Ángel Hidalgo (PAR) también tienen todas sus opciones abiertas, aunque obviamente deberán jugar muy bien el fin de semana. Del mismo modo, podrán crecer en los últimos 36 hoyos Sebastián García Rodríguez (+1) y Adri Arnaus (+1). Ambos entraron en el corte sobre la campana, pero ahora ya no hay que mirar atrás.
