Rasmus Hojgaard (-12) ha cambiado de película en mitad del rodaje. El danés estaba grabando ‘Agárralo como puedas’ y de pronto ha pasado a ‘Tin Cup’. Ha sido muy pronto, al inicio de la tercera jornada del Open de Francia, en el hoyo 2. Rasmus ha mandado una bola al agua de salida en este par 3. Y después otra desde la zona de dropaje. Y después una más otra vez desde la zona de dropaje. Tres bolas al agua, tres de penalidad y el séptimo golpe a green. Ha salvado un espléndido quíntuple bogey tras embocar un putt de casi cuatro metros para ocho.
Su fantástica ventaja de seis golpes se fue al garete en un visto y no visto, hasta el punto de que llegó a perder el liderato en solitario. Una situación difícil de augurar 24 horas antes, cuando Rasmus era un cohete inabordable en Le Golf National. Así las cosas, ha pasado de tener una ventaja de seis golpes a falta de 36 hoyos a un golpe restando 18. La diferencia es notable, pero no todas las noticias son malas para el gemelo Hojgaard…
Hay que decir que en los 16 hoyos restantes el golfista nórdico ha conseguido jugar en dos bajo par para un total de 74 golpes, con cinco birdies entre medias y acabando con un bogey en el 18 tras fallar la calle. Una reacción notable. La otra buena noticia para Rasmus, y no es poco, es que el putter le sigue funcionando a las mil maravillas. Hoy ha vuelto a brillar en los greenes. Ha metido hasta siete putts de más de tres metros, que se dice pronto, incluido uno de nueve en el hoyo 17 para birdie. Esto es una garantía pensando en la última ronda.
El problema, como es obvio, es que se le han echado encima varios jugadores, y no son precisamente almas cándidas. George Coetzee (-11) está a un golpe y Paul Barjon (-10) y Thomas Pieters (-10) se encuentran a dos. Coetzee y Pieters saben perfectamente cómo se cierran los torneos en el DP World Tour. Entre los dos tienen once victorias, cosa seria. Mientras, Barjon jugará el domingo con el aliento de público.
Pero no son los únicos. La situación ha dado tal vuelco que hay que contar también con Antoine Rozner (-9), Yannick Paul (-9), Jamie Donaldson (-8), Jordan Smith (-8) y hasta Guido Migliozzi (-7), Victor Perez (-7) o Andrew Wilson (-7). Será un buen domingo para ver de qué pasta esté hecho Rasmus Hojgaard. Seguro que Luke Donald y su equipo de asistentes va a estar muy pendiente de cómo se comporte el golfista danés.
Adrián Otaegui (-6) es el mejor de los españoles a falta de 18 hoyos. El golfista de Goiburu ha entregado una tarjeta de 67 golpes sin bogeys, la cuarta mejor del día, y se ha puesto en disposición de cerrar una grandísima actuación en el Open de Francia, uno de los torneos favoritos del golfista donostiarra. Su relación con el país galo es muy especial, no en vano ha entrenado durante muchos años allí. Parece que la victoria está algo lejos, pero quién sabe. Tiene a tiro mejorar la séptima posición que logró en 2017.
Otaegui ha sido la mejor noticia de los nuestros en un sábado tirando a gris. Sólo Alfredo García Heredia (-1) ha logrado jugar bajo par (70 golpes) y el resto no ha podido aprovechar el ‘moving day’ para acercarse a los puestos de cabeza. Sebastián García Rodríguez (-2) se ha dejado mucho terreno con una vuelta de 72 golpes, Santi Tarrio (PAR) en encadenado su tercera tarjeta de par, Ángel Hidalgo (+1) ha hecho 73 golpes, Carlos Pigem (+1) ha hecho 72 y Álvaro Quirós (+2) ha rubricado 73.
