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Hora de meter el bisturí al nuevo escenario del Qatar Masters, diseño de Olazábal

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Vista aérea del Education City Golf Club en Doha. © ECGC
Vista aérea del Education City Golf Club en Doha. © ECGC

Esta semana se disputa la 23ª edición del Qatar Masters, un clásico por tanto en el calendario del circuito europeo. Sin embargo, en esta ocasión, hay un cambio de peso en la cita, ya que el torneo no se va a celebrar en el Doha Golf Club, como ocurriera en las 22 ediciones anteriores, sino que tendrá lugar en el recién abierto Education City Golf Club, también situado en Doha y cuyo recorrido, para más señas, es un diseño de José María Olazábal.

Así pues, como no puede ser de otro modo, el primer gran protagonista es el campo. Para empezar, digamos que el Education City Golf Club, situado en una amplia y nueva ciudad universitaria y al lado de uno de los nuevos estadios que acogerán el próximo Mundial de fútbol (Qatar Foundation Stadium), no es sólo un campo de 18 hoyos de golf. Tiene, además, un campo de nueve hoyos pares 3, así como un innovador y sugerente recorrido de seis hoyos, compuesto por un par 5, tres pares 4 y dos pares 3, muy acorde a los nuevos tiempos, en los que se buscan nuevas vías de promoción (y negocio) para el golf.

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Era necesario hablar con un buen número de jugadores y caddies, para describir con cierto detalle las características y particularidades del nuevo escenario. Vamos a ello.

Lo primero: la presentación del campo en su estreno como sede de un torneo del máximo nivel es notable. Está muy bien acabado, aunque todavía tengan que cuajar del todo greenes y calles. En general, el diseño de Olazábal ha gustado.

Lo segundo: se juega esta semana como par 71, aunque en realidad es un par 72, pero el hoyo 18, normalmente par 5, se ha reconvertido en un par 4 muy largo, aunque suela jugarse a favor si sopla el viento dominante del noroeste.

Green del hoyo 18 del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey
Green del hoyo 18 del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey

– No es un campo largo para los profesionales. De hecho, es más bien corto. No está pensado para bombarderos, aunque ellos realmente puedan sacar ventaja en cualquier recorrido. De hecho, en los tees de salida se ve mucha madera 3, híbridos y hasta hierros largos.

– Tiene bastante variedad. Casi no hay una salida igual a otra. Hace pensar al jugador desde el tee y en algunos hoyos ofrece estrategias muy diferentes.

Vista del hoyo 4 del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey
Vista del hoyo 4 del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey

– Los greenes son amplios, anchos y muy movidos, con diferentes plataformas bien definidas y diferenciadas. Están bastante duritos, por cierto, como suele ocurrir cuando están recién construidos.

Hay numerosos obstáculos de agua que entran en juego hasta en once hoyos distintos.

A Olazábal siempre le han gustado los pares 3 largos y desde luego ha dejado su firma, pues el hoyo 9 es un par 3 de más de 200 metros y el del hoyo 15 ronda los 200 metros…

Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey
Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey

El campo de prácticas también es ‘made in Olazábal’, amplio y generoso. Excelente calle de prácticas y no menos excelente zona de trabajo para el juego corto.

– Las calles no son estrechas por norma general, pero desde el tee no siempre se tiene esa sensación.

Otra vista del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey
Otra vista del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey

Como quiera que el viento es un aliado habitual en Doha, el campo está diseñado contando con tal ‘ayuda’ para defenderse. Este martes, por ejemplo, ha soplado muy fuerte y se espera que también lo haga el jueves. Las previsiones, por el contrario, indican de momento bastante calma para viernes, sábado y domingo. Si en efecto no sopla mucho, el resultado ganador podría rondar el registro de -20, según varios de los profesionales consultados. Más que nada, porque no es un campo largo y los greenes son movidos, pero nobles. Esto es, cada una de las plataformas que los componen son bastante planas y la bola rueda muy bien.

El hoyo 3 es uno de los que más ha llamado la atención de momento. Se trata de un par 4 de unos 400 metros con una ría que atraviesa la calle, de tal forma que se puede jugar a pasar la ría, para lo que se necesita un vuelo de bola de unos 250 metros, o jugar más corto, en cuyo caso luego te queda un tiro muy largo a green. Interesante, sobre todo cuando el viento sopla en contra…

Vista del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey
Vista del Education City Golf Club. © Golffile | Thos Caffrey

El hoyo 13 puede ser, sin duda, uno de los que dejen huella. Es un par 5 que ofrece dos sendas muy distintas. Se puede jugar a una calle a la derecha, en cuyo caso es muy complicado luego tirar de dos a un green defendido por agua; o bien jugar a una calle más estrecha a la izquierda, desde donde sí se puede pegar a green sobrevolando el lago.