Miguel Ángel Jiménez es uno de los grandes favoritos para ser el capitán de la Ryder Cup en la edición de 2014 en Gleneagles…
Su nombre se maneja en los intestinos del Circuito Europeo codo con codo con el de Paul McGinley. Es algo más que un rumor. Es una noticia de pasillo con fundamento. El malagueño estaría encantado con la posibilidad.
No me ha llegado absolutamente ninguna información sobre la capitanía de 2014, no sé nada y no me lo he planteado, pero claro que me encantaría”, admite Jiménez. El jugador español sabe que uno de los grandes favoritos en todas las quinielas es McGinley. “Sé que su nombre se baraja con fuerza”, señala. ¿Y el de Miguel? “Bueno, hay muchos nombres, como cada año y a lo mejor el mío es uno de ellos. A mí me haría mucha ilusión, aunque todavía queda mucho tiempo”, asegura a Ten-Golf poco después de atender a los medios en el Open de España.
En Irlanda cruzan los dedos con la posibilidad de que Paul McGinley lidere el equipo europeo en Gleneagles, especialmente después de que Darren Clarke haya asegurado que no se lo plantea hasta 2016. Allí es donde surge la fuerte opción de Jiménez. Lo publica Brian Keogh en la web irishgolfdesk.
Al margen de la Ryder, esta semana es muy especial para Miguel. Aún anda tocado por culpa del jet lag. Regresó deprisa y corriendo de Corea y hoy ha pisado por primera vez el Real Club de Golf de Sevilla, sin tiempo más que para jugar el Pro-Am y tratar de despejarse. “Estoy listo de papeles, parece que voy en una nube. Ahora mismo me voy a dormir un siesta”, admitía el de Churriana nada más acabar los 18 hoyos.
Jiménez vuelve al Open de España, un torneo por el que siente un pellizco diferente. “Me encantaría tenerlo en el palmarés, me haría mucha ilusión”, asegura. Eso sí, se aleja de exageraciones y comparaciones. “Un major es un major y esto es el Open de España. Me encantaría ganarlo, pero sin entrar en comparaciones”, señala.
Jiménez no está contento con su temporada. Le faltan resultados. “Aún no está todo ensamblado, no hay armonía. No me siento mal, pero necesito que la moneda dé la vuelta”. ¿Esta semana? “Por qué no”.
Miguel se conoce el Real como anillo al dedo. Apenas tiene secretos. No en vano es socio de honor del club sevillano. “Aquí la clave es pegarle derecho. El rough está duro como siempre, quizás un poco más que en otros años. Es lo que marca la diferencia en este campo. Prefiero campos así de duros que por el otro lado”, señala.
