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Sobre Campillo y la posibilidad de lograr la tarjeta del PGA Tour en 2024

Un viaje por la encrucijada de Jorge

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Jorge Campillo, durante el Pro Am de este martes en el Earth Course de Jumeirah en el DP World Tour Championship.
Jorge Campillo, durante el Pro Am de este martes en el Earth Course de Jumeirah en el DP World Tour Championship. © Ten Golf

Jorge Campillo tiene muchas opciones de lograr la tarjeta del PGA Tour a través de la Race to Dubai. Su logro aún no es matemático, ni mucho menos, pero lo tiene bastante a tiro. Realmente matemático y sin depender de nadie más, el golfista extremeño lo conseguiría con una cuarta posición en solitario este domingo en el DP World Tour Championship. Ahí no habría más cuentas que hacer. A partir de ahí, cuanto más arriba, menos dependerá de los demás, con la ventaja de saber que hasta quedando último podría conseguir el objetivo, algo que pueden decir muy poquitos aquí en Dubai.

Para que se sitúen con más certeza, Campillo tiene ahora mismo la octava de diez tarjetas del PGA Tour. Es decir, tendría que ser superado por tres golfistas (sin tarjeta americana) para quedarse sin la posibilidad de jugar el circuito americano, una situación que realmente no es fácil. Vean: quedando en la última posición esta semana, que es mucho decir, los tres que le siguen en la Race to Dubai tendrían que hacer lo siguiente: Ryo Hisatsune debería ser 15º en solitario, Rasmus Hojgaard, noveno empatado con el décimo y Yannick Paul, séptimo empatado con el octavo. No es matemático, pero sí bastante muy factible. De hecho, Campillo tiene más cerca a Victor Perez, Número 5 de la Race to Dubai, que Paul al propio Campillo.

Hechas las cuentas fundamentales, ahora vamos con la encrucijada que se cocina a borbotones en la cabeza de Campillo. El extremeño tiene una gran ventaja sobre muchos, y es que la tarjeta del PGA Tour no le quita el sueño. Se podría decir que sí,  que es un objetivo, pero se le podría calificar como secundario en este momento de su carrera. Obviamente, hablamos de esta tarjeta del PGA Tour que da acceso a unos 20 torneos entre el Sony Open y el Wyndham Championship, pero donde no entran de inicio ni el Sentry, ni los designados, ni el THE PLAYERS, ni Phoenix, ni Colonial. Si Campillo pudiera jugar todo el circuito, con los torneos más importantes, otro gallo cantaría…

En cualquier caso, Jorge tiene muy claro que su casa es el DP World Tour, su fortín, el escenario donde se encuentra a gusto, donde se mueve como pez en el agua. Son ya doce temporadas consecutivas con la tarjeta (catorce aseguradas con su victoria este año en Kenia) y no tiene ninguna intención de descuidar esta trayectoria. Quiere jugar el Circuito Europeo y hacerlo bien. Quiere seguir ganando torneos y pelear cada año por acabar en el top 15 o top 10. Es su compromiso.

Con estas bases bien asentadas, la encrucijada-preocupación es que el hecho de obtener la tarjeta del PGA Tour le pueda desviar de este camino. No está por la labor de que una excesiva atención al circuito americano le pueda hacer perder el paso en Europa. No quiere que le suceda como a otros jugadores que tuvieron un paso efímero por Estados Unidos, no les fue bien y les terminó afectando al resto de su carrera. Le preocupa que le pueda despistar. Se nos ocurre a bote pronto, algún caso como el de Matthias Schwab o Kiradech Aphibarnrat, jugadores que no han logrado mantener la tarjeta en Estados Unidos

¿Significa esto que Campillo se plantea incluso renunciar a la tarjeta del PGA Tour aunque la consiga? En absoluto. Se la ha ganado con mucho esfuerzo y sacrificio y no la va a ceder. Sin embargo, sí afecta a su manera de afrontar el desafío. Se lo plantea más como un premio, una oportunidad, una experiencia que le puede venir bien en los próximos años de su carrera. Sumar y crecer. Pero nunca como una situación a vida o muerte.

La prioridad seguirá siendo el DP World Tour, sobre todo desde el punto de vista del calendario. Por ejemplo, siempre en la hipótesis de que logre la tarjeta, no se plantea jugar el Sony Open, torneo al que sí entraría, sino que preferiría jugar el Dubai Invitational, torneo de nueva creación en formato Pro Am, para 60 jugadores y sin corte. Sobre todo porque la semana siguiente es el Desert Classic, uno de sus torneos preferidos del año y también en Dubai. Del mismo modo, tampoco le termina de encajar jugar el Farmers Insurance Open. Tendría que viajar de Dubai a Estados Unidos entre el domingo por la noche y el lunes, con doce horas de cambio horario para un torneo que se juega en dos campos distintos… Así las cosas, la primera parada en el PGA Tour que se podría plantear a día de hoy sería el Mexico Open y el The Classic at the Beaches, el antiguo Honda Classic.

En definitiva, la tarjeta del PGA Tour es una oportunidad innegable, pero bajo ninguna circunstancia se convertiría en una obsesión.