El BMW PGA Championship ha vivido un final sorprendente, con la victoria del inglés Simon Khan (-6), que ha dejado a todos los favoritos con un palmo de narices viniendo hoy desde atrás y entregando un 66. No podía ser de otra manera en una semana realmente inesperada en casi todos los sentidos…
Porque el nuevo diseño del recorrido Oeste de Wentworth, cuando menos, ha sorprendido. Y el clima primaveral, casi veraniego en Inglaterra, pues también. El remate ha sido ese largo y sostenido sprint de Khan por delante, mientras por detrás los grandes favoritos iban deshaciéndose como azucarillos; comenzando por el líder del sábado, Chris Wood (-2), que hoy firmaba un +6, y continuando por Harrintgon (-2), Casey (+1), Karlsson (PAR), que asimismo terminaban entregando tarjetas llenas de borrones…
Sólo Donald (-5), de entre la flor y nata, aguantaba el tipo, dando de nuevo un sereno y formidable recital en las recuperaciones alrededor de green. Pero iba a terminar por pagar muy caro ese inusual desatino desde el tee: un doble bogey en el hoyo 17, después de pegar una escapada tremenda con el driver por la derecha, enterraba prácticamente todas sus opciones (necesitaba eagle en el 18 para forzar el play off y a punto estuvo de conseguirlo desde la calle…).
Khan es el vivo reflejo de la magia del golf. Hay quien se desinfla ante el triunfo de este tipo de jugadores, normalmente gregarios del pelotón de profesionales, y resulta comprensible: nos hemos acostumbrado a asociar el deporte de alto nivel a los grandes nombres. Sin embargo, hay que insistir en que, a estos niveles, sólo el golf depara de tanto en tanto sorpresas de este calibre. Nosotros seguimos celebrándolo.
Khan venía avisando durante toda la semana desde la sombra. Sencillamente porque, desde el jueves, nadie ha cogido más calles y más greenes que este inglés de 37 años, que en 2009 perdía la tarjeta, para recuperarla en la Escuela: 49 de 56 calles cogidas y 59 de 72 greenes. Unos datos bestiales tal y como se ha ‘portado’ el campo con los jugadores. Unos datos que, reconozcámoslo, hubieran pasado desapercibidos para nosotros de no haber rematado hoy, al fin, con el putter, algo que no consiguió de modo determinante en jornadas anteriores. Su carrera, quién se lo iba a decir a estas alturas, ha dado un cambio radical con este brillante y prestigioso triunfo.
Otro que ha dado un paso importante, aunque sea de menor calado, es Rafael Cabrera Bello (+1). El canario está pasando este año ciertas fatigas para conseguir resultados. Se metía en el corte ‘in extremis’ el viernes, y ha sacado partido a la situación, porque hoy al fin conseguía doblegar la resistencia del complicado recorrido inglés (68 golpes), para irse hasta la 17ª plaza final y sumar una jugosa cantidad de euros que van a empujarle hacia arriba en la Race y le van a dar mucha confianza de aquí en adelante. Un premio al trabajo concienzudo que celebramos.
Alejandro Cañizares (+5) ha sido hoy la otra cara de la moneda. Curiosamente, el español partía hoy desde el mismo registro que Khan, pero no le ha salido nada. Su comienzo con dos bogeys y un doble bogey en los tres primeros hoyos fue un lastre superlativo.
