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La novena sinfonía de Jacquelin

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Raphäel Jacquelin ha conquistado un Open de España que pasará a la historia por su agónico desenlace.

El jugador francés se impuso al alemán Maximilian Kieffer y al chileno Felipe Aguilar después de nueve hoyos de desempate. Una espeluznante batalla contra los nervios que iguala el playoff más largo de todos los tiempos del Circuito Europeo, el que ganó José María Olazábal en 1989 para levantar el trofeo en el KLM Open.

La jornada regular tiene que pasar necesariamente a un segundo plano a la vista de la magnitud del desenlace. Sin embargo, antes hay que contar el dramático desmoronamiento de Marc Warren. El escocés lideró el torneo hasta el hoyo 18. Siempre en cabeza, siempre mandando. Nunca mirando matrícula contraria. Hasta el 18. Terminó con bogey para cerrar un final ‘horribilis’ con cuatro bogeys en los últimos cinco hoyos. Siempre fue el gran favorito para ganar y al final ni siquiera se metió en el playoff. Pues bien, no crean, aún quedaba mucho drama que mascar…

El playoff lo jugaron Jacquelin, Aguilar y Kieffer. El primero en caerse fue el chileno, que se despidió con un bogey en el cuarto hoyo de desempate. Hasta ese momento nadie tuvo más opciones que otro para ganar.

Quizás, el que mejor jugó fue Jacquelin. Cada vez que estuvo en la calle calcó el tiro. Impresionante el ritmo de swing del galo. Una repitición tras otra. A cámara lenta. De baba. Siempre a la altura de la bandera y cada vez más cerca. Pero el putt le traicionó. Hasta en tres ocasiones falló el mismo putt. Las dos primeras veces por la derecha y la tercera por la izquierda. Volvería a fallar otra oportunidad muy clara a poco más de un metro. Tanto tentar a la suerte parecía que sería la tumba para Jacquelin. Pero no.

Dejó para el noveno hoyo de desempate el mejor tiro de su repertorio. Ya no había dudas. Kieffer, que se ganó una vida extra embocando un putt kilómetrico desde el antegreen en el segundo hoyo de playoff, no pudo resistir más. Jacquelin ganó con birdie. Justo. No en vano, el francés fue el único que hizo birdie en el 18 para meterse en el desempate.

El galó también tuvo alguna dosis de suerte. Lógico en nueve hoyos. Sus dos peores salidas esquivaron de forma milagrosa las temibles uñas de gato. En una ocasión, incluso, contó con la colaboración de un joven espectador. La bola de Jacquelin golpeó contra la rodilla de un niño y se frenó en el rough cuando iba camino de las uñas de gato o, aún peor, al fuera de límites. Supo aprovechar la suerte para ganar.

Jacquelin comentó una curiosa conexión que se produce cada vez que gana. “Estoy muy, muy feliz, es maravilloso ganar otra vez. He trabajado mucho y ha sido un día muy duro hasta que la última bola entró. Esta victoria significa mucho para mí y para mi familia. Estamos esperando un hijo para noviembre y parece que cada vez que mi mujer está embarazada llega una victoria». Ya lo saben. Aquello de un pan bajo el brazo.

El Open de España entra en la historia con este eterno desempate. Jacquelin consigue su cuarto triunfo en el Circuito Europeo y se mete entre los cien primeros del mundo. Aunque, quizás, el gran ganador de esta semana ha sido el campo: El Saler.

Resultados Finales