José Manuel Lara ha comenzado el Portugal Masters con una ronda de 67 golpes, su mejor resultado en el Circuito Europeo desde la segunda vuelta del Ballantines Championship de Corea allá por el mes de abril. Una muy buena puesta en escena para un golfista que se está jugando la tarjeta en los dos últimos torneos del año.
Lara ha vuelto a ver la luz al final del túnel después de mucho tiempo. “Ni me acuerdo de la última vez que hice una ronda tan baja. Me demuestra que puedo hacer pocas en un campo que, además, no se me ha dado muy bien en los últimos años”, asegura a Ten-Golf el valenciano. La diferencia ha estado en el putter y, más concretamente, en una palabra clave: ‘inserto’.
Cansado de que los resultados no llegaran, el jugador español decidió cambiar de putter y, sobre todo, de composición del mismo. “Yo siempre he pateado bien en greenes muy rápidos, como Valderrama. Ahí me encuentro muy a gusto. Por mi forma de patear la bola sale más bien lenta del palo. En los últimos tiempos venía utilizando un putter con inserto, que hacen que la cara del palo sea más blanda, y no me iba bien por muchos distintos que usé. Así que en el Dunhill Links cambié de modelo. Probé con un putter sin inserto y me va mucho mejor. La clave de la vuelta hoy ha sido, sin duda, el putter”, explica.
Lara se ha colocado en los puestos de arriba una vez concluido el turno de mañana, a sólo dos impactos de los líderes, entre los que se encuentra el gaditano Álvaro Quirós. Es un buen comienzo, pero se lo toma con calma. “Ya te diré el domingo si estoy contento o no”, señala. Necesita acabar primero o segundo para asegurar la tarjeta para el próximo año.
Alejandro Cañizares también ha acabado con -4 y con una hoja de ruta muy similar a la de José Manuel Lara. Ambos empezaban su ronda por el hoyo uno y ha sido en los segundos nueve hoyos donde han conseguido el resultado. El malagueño tiene claro dónde ha estado la clave. “La paciencia ha sido muy importante. Ya sabemos cómo es este deporte, no te puede venir a abajo por un hoyo o varios malos, hay que seguir peleando porque nunca sabes cuándo puede cambiar la dinámica”, afirma.
El cuarto de los españoles que jugaba por la mañana, José María Olazábal, acabó con 72 golpes, uno sobre el par.
