Segunda jornada del Trofeo Hassan II accidentada e inconclusa, en la que la Armada se ha movido con soltura. Con un retraso de más de cinco horas y media por culpa del viento, sólo 56 jugadores han conseguido completar los 18 hoyos…
Es más, todavía hay veinte que ni siquiera han salido a jugar. Eso sí, cuando el juego se ha reanudado se ha hecho en perfectas condiciones. Todavía soplaba el viento al inicio, pero poco después ya no se movía ni una hoja.
El líder es Phillip Price (-10), que esta semana, al menos hasta el momento, va más recto que una vela. Un solo bogey en 36 hoyos. El galés lleva casi nueve años sin cantar victoria en el circuito europeo. ¿Será éste su momento? Por desgracia para él, queda demasiado por delante como para decir nada. Y habrá que ver también cómo le va con esos putts cortitos en los momentos de presión, auténtica cruz de Price.
José Manuel Lara (-9) ha tomado el relevo de Alejandro Cañizares (que sólo ha jugado un hoyo) en la segunda posición. Y lo ha hecho por la puerta grande de este Golf du Palais Royal. Tarjeta de 65 golpes, siete menos en el día. Le va la marcha al valenciano. Porque éste es uno de esos días que ponen a prueba la paciencia. Llega un momento en que los jugadores ya no saben si están desayunando por segunda vez o comiendo por primera…
Han sido suficientemente comentados los problemas que Lara viene sufriendo en la espalda. Y esa dieta a la que se ha sometido para aliviar a sus maltrechos discos de unos kilitos. A la vista está que el remedio parece surtir efecto. Porque en realidad él se encuentra muy centrado en su juego desde hace semanas.
Jorge Campillo (-7) no pierde comba. Hoy, tres menos en el día. Perfectamente situado. Esquivando los problemas y pateando más que correctamente. Atrás quedó aquel ‘rictus’ de ansiedad en el campo. Disfruta como niño con zapatos nuevos, incluso en un campo en el que las trampas están a la orden del día.
A la espera de ver cómo se comporta mañana el menor de los Cañizares cuando se reanude la segunda jornada bien temprano, hay otros españoles que vienen con fuerza. Nacho Garrido (-4), por ejemplo, terminaba con un bogey en el 18 que le sacaba del top-ten, pero está bien situado. Y a Carlos del Moral (-4) le queda un hoyo de la segunda vuelta, pero hoy ha ganado muchas posiciones.
Pablo Larrazábal (-2) se ha sacado la espina con un 68. Y eso que comenzaba con dos bogeys que parecían condenarlo tras el 74 del jueves. Pero se ha sobrepuesto y ha finalizado muy sólido.
Eduardo de la Riva (+4) sufría un colapso entre los hoyos 4 y 6 (parcial de cuatro arriba en ese tramo), pero después ha reaccionado. Le quedan tres hoyos para acabar y puede necesitar dos birdies para pasar el corte, aunque es difícil de pronosticar, porque dependerá de las condiciones de juego. Ahora mismo pasa el +1.
