Pablo Larrazábal (-12) saldrá mañana en el partido estelar del Irish Open después de entregar en la tercera jornada, la de hoy, la mejor tarjeta del día (66 golpes, sin bogeys), la misma que ha firmado el líder del torneo, Joost Luiten (-13), que formará este domingo junto al español.
El holandés es hoy un rival de cuidado. Está fino. Viene de ganar en Austria este mismo mes y fue décimo la semana pasada en Munich. En realidad, al igual que Larrazábal, da la sensación de que ha ‘escogido’ este año 2013 para dar el estirón profesional. El español todavía no ha ganado, es cierto, pero no deja de darse opciones y de animar el cotarro una semana sí y otra no (este mes de junio parecía haberse tomado un pequeño ‘descanso’ perdiendo los cortes en Austria y Munich, precisamente).
Hasta cinco jugadores de la Armada adornan ahora mismo el top-12 en Carton House (Maynnoth, Kildare, Irlanda). Y es de ley meterlos a todos en la pelea, puesto que Alejandro Cañizares (-7, hoy 69 golpes) y Rafael Cabrera Bello (-7, 70 golpes), los más retrasados de ese top-12, se encuentran a seis golpes de la cabeza, una distancia larga en el Montgomerie course, pero no insalvable. Hay pruebas recientes que lo atestiguan: Robert Rock (-10) y Peter Uihlein (-7), que salían hoy en el último partido, han perdido cinco y ocho golpes, respectivamente, respecto a Luiten y Larrazábal.
Entre medias andan José María OIazábal (-8) y Álvaro Quirós (-8), prestos al quite. Chema no ha tenido su mejor día con el putt, pero al menos ha conseguido ganar al campo y dejarse entreabierta la puerta de ese domingo soñado desde hace casi ocho años, los que lleva sin cantar victoria en el circuito europeo.
En cuanto al de Guadiaro, hay que reseñar que viene fuerte. No olvidemos que el pasado jueves, en el hoyo 10, casi se estaba despidiendo del torneo con un parcial de cuatro arriba. Pero desde aquel momento ha sido el mejor jugador sobre el recorrido irlandés. Su juego corto ha tenido mucho que ver, puesto que en los últimos 44 hoyos no ha fallado ni una sola recuperación (11/11 y dos bogeys en este tramo por culpa de sendos tripateos).
Larrazábal aún tuvo un putt de unos dos metros para igualar en la cabeza en el hoyo 18. Ese no entró, pero lo cierto es que se le ve bastante cómodo en los greenes, teniendo en cuenta lo desesperado que ha llegado a estar con esta parcela del juego. De hecho, hoy ha metido buenos putts cortos para salvar el par (y alguno no tan corto…), que son los que al fin y a la postre te mantienen arriba, porque las complicaciones siempre se cruzan antes o después, incluso en el camino de aquellos que mejor vienen jugando desde el tee, y Pablo es sin duda uno de ellos.
José Manuel Lara (-5) sí parece fuera de distancia, aunque hoy ha jugado de nuevo por debajo del par y bastante ordenado. Su pelea ahora, este domingo, pasa por recuperar puestos y hacer crecer y crecer el cheque para remontar como sea en la Race to Dubai y espantar agobios y fantasmas.
