Sergio García entró en un bache entre el Masters de Augusta y el BMW International Open. O lo que es lo mismo, entre los meses de abril y junio. El golfista de Borriol, más allá de los resultados, que tampoco fueron buenos, con cuatro de seis cortes fallados a pesar del fogonazo del top 5 en el Wells Fargo Championship, no estaba cómodo. No tenía buenas sensaciones y ya sabemos lo que ocurre cuando un jugador de sus características, de puro ‘feeling’, no consigue estar a gusto. Ni siquiera una buena vuelta de golf le dejaba satisfecho. Simplemente, Sergio no se sentía en control absoluto de su juego. Dudas. El gran enemigo del golfista.
VÍDEO | Tsobanian tiene muy claro cómo hará crecer su Open de España
Sin embargo, a partir del Estrella Damm Andalucía Masters el jugador de Borriol empezó a tener mejores sensaciones. Se miraba al espejo y se reconocía más y mejor. Insistimos en lo mismo. Los resultados no son aquí tan importantes como el ‘feeling’. Obviamente, una cosa suele ir unida a la otra, pero no siempre ocurre. Sergio tiene talento suficiente para sacar resultados de debajo de las piedras sin estar a su mejor nivel, por eso el ‘score’ de la tarjeta no es la única vara de medir. O no debe serlo.
VÍDEO: Jon, Sergio, Rafa y el alcalde de Madrid dan ‘el golpe’ en el Wanda
Arrancó esa línea ascendente con un séptimo puesto en Valderrama y completó el ciclo con la victoria en el KLM Open hace dos semanas. En este periodo ha jugado seis torneos y ha fallado un solo corte. Estas sí son ya las constantes vitales habituales del castellonense. Ya no es sólo una cuestión de resultados, Sergio ha vuelto a encontrar el camino. Las mejores sensaciones han regresado y las claves de esta transformación son dos.
Las cifras más llamativas del Open de España de golf
Una de ellas tiene que ver con el trabajo. García no se ha quedado sentado en el sofá dándole vueltas a lo que le estaba pasando, ni mucho menos. Se ha encerrado en el campo de prácticas y se ha puesto a trabajar duro, especialmente el juego corto. Sus sesiones alrededor de green han sido muy intensas y se le ha visto a un nivel extraordinario en su victoria en Holanda. “No hay mucho misterio. He estado entrenando, trabajando algunas cosas en el swing y, sobre todo metiéndole más horas al juego corto”, asegura.
VÍDEO | El Alcalde de Madrid recibe a Rahm y Sergio en la presentación del Open de España
En lo que sí hay algo más de misterio es en otro cambio que ha realizado Sergio en las últimas semanas. El de Borriol prefiere no ser muy explícito. Admite que ha realizado algunos ajustes en su equipamiento, pero no quiere hablar abiertamente de ello. Todo apunta a que podría ser el cambio en la bola, al menos por lo que se ha podido ver en las últimas semanas.
Mutuactivos Open de España: horarios y dónde ver en directo por televisión
La liebre saltó, cómo no, en las redes sociales y, más concretamente con el usuario Jonathan Wall, uno de los más eruditos expertos en equipamiento que hay en Estados Unidos. En la semana del KLM Open anunció que Sergio había jugado el torneo con una pelota de la marca Titleist y que en el Open Championship lo hizo con una Taylormade. Como todos saben, García comenzó el año jugando con la bola Callaway, marca con la que mantiene su contrato. Sergio no se ha referido nunca a este asunto, por lo que no seremos nosotros los que digamos al ciento por ciento que este cambio ha sido la clave de su mejoría, pero es probable que los tiros vayan por ahí. Cuando hablamos de equipamiento y contratos es lógico que los jugadores anden con pies de plomo en sus manifestaciones, entre otras cosas porque al final se unen más factores en la mejora y, seguramente, sería injusto hablar sólo del equipamiento.
Noticed Sergio Garcia had a Titleist Pro V1 in play during his win on Sunday. A few months ago at The Open it was TaylorMade’s TP5. pic.twitter.com/LWEg2Qenh0
— Jonathan Wall (@jonathanrwall) September 16, 2019
Así luce el Club de Campo Villa de Madrid para el Mutuactivos Open de España
Sea como fuere, el cambio de Sergio es evidente y no sólo por el triunfo en el KLM Open. Ya en Suiza, durante el Omega European Masters, bordó el golf por momentos, aunque también tuvo algunas fases malas. Curiosamente, el año pasado también dio un giro radical a su rendimiento a partir del mes de septiembre, y lo consagró con una espléndida Ryder Cup, donde batió el récord absoluto de puntos de un jugador. El otoño le sienta bien al golfista de Borriol, que confía en seguir con esta dinámica esta semana en el Open de España.
