– De acuerdo, Francesco Molinari no ha podido rematar con un triunfo la excelente faena que venía armando durante toda la semana. De todos modos, y a pesar de este insuficiente 71 dominical, el balance respecto a su actuación refuerza la idea de que el mejor jugador italiano de la historia está de regreso a la primera línea. Buenas noticias para Luke Donald, capitán europeo de la Ryder. Pero sobre todo buenas noticias para él, que ha sufrido lo indecible para recomponerse desde que se le escapara aquel Masters del año 2019, momento a partir del cual inició una progresiva cuesta abajo que poco a poco se fue complicando y enrevesando (con la pandemia y su mudanza vital a California, por ejemplo).
– Padraig Harrington sigue cumpliendo años, pero no deja de sacarse ases de la manga. Cumplió los 51 el pasado mes de agosto, poco después de ganar el US Senior Open, pero todavía es capaz de plantarse en un torneo de las Rolex Series con opciones reales de victoria a falta de un puñado de hoyos.
– Pablo Larrazábal arrancaba hoy con sendos birdies en los hoyos 1 y 2, así que esa tarjeta de 64 golpes que había visualizado a lo largo de toda la semana, y que este domingo podía concederle, incluso, opciones de triunfo, comenzaba a hacerse realidad… El barcelonés seguía jugando al mismo nivel que el sábado, o incluso un poco mejor, pero esos putts de tres, cuatro o cinco metros se le seguían resistiendo… Así, iba a desaprovechar una buena opción en el hoyo 3 y tampoco iba a poder salvar el par en el hoyo 5. A partir de ahí, ya casi nada fue lo mismo, aunque todavía iba a dejar escapar un puñado de ocasiones de birdie. Está pegando más largo que nunca desde el tee y su juego de tee a green, en líneas generales, deja abiertas las expectativas de par en par de cara a esta próxima semana en Dubai… En este punto, eso sí, nos encontramos con un obstáculo muy serio: el mejor puesto de Larrazábal en el Emirates Golf Club es un vigésimo, y eso que ha jugado allí catorce ediciones. Veremos si en esta ocasión es capaz de meter en vereda al recorrido dubaití.
– LIV Golf estaba presente esta semana en Abu Dhabi con una Armada potente y de efectivos numerosos. Sin embargo, a la hora de la verdad, y salvo la buena actuación de Richard Bland, que terminaba en décima posición, los chicos del circuito saudí apenas han tenido peso y protagonismo. Stenson cerraba con una excelente ronda de 66 golpes para alcanzar el vigésimo puesto, pero Wiesberger (50º), Westwood (56º) o Poulter (60º) han completado un fin de semana discretito. Antes, uno de sus grandes puntales, Patrick Reed, había fallado el corte. ¿Casualidad? Honestamente, de momento así parece. Es muy pronto para elevar nada a categoría o a conclusión razonable y objetiva.
– Santi Tarrio, muy bien colocado después de las dos primeras rondas, ha ido de más a menos durante el fin de semana, para terminar con un acumulado de -5 en el puesto 50º. Este domingo ha jugado junto a Rafa Cabrera Bello, que ascendía finalmente a la décima posición y, una vez terminada la ronda y firmada la tarjeta, el gallego comentaba en voz alta: “tengo mucho que aprender de este guerrero”, señalando al canario. No es desde luego una mala referencia, mucho menos si se habla de actitud y de pelear cada golpe, hasta el final.
– Otro que no para de enredar hasta el final, aunque no le estén saliendo muy bien las cosas, es Tyrrell Hatton. El inglés confunde entre tanto aspaviento y resoplido, pero en realidad no regala nada o casi nada. Por eso, cuando no está para ganar, no es raro verlo maquillando de lo lindo su torneo hasta llevarlo a una nota alta. Este domingo lo ha vuelto a hacer: salía a jugar más de dos horas antes que el partido estelar y firmaba un 65 dominical que lo ha llevado hasta la séptima posición, ni más ni menos. Para remontadas, eso sí, la del finés Valimaki, que ha firmado un 62, nuevo récord del campo, para venir desde las profundidades hasta el mismísimo top ten (10º). Arrancaba con un parcial de cinco menos en los primeros cinco hoyos… Así, cualquiera.
– Despedimos la cobertura de este gran torneo en Abu Dhabi con una postrera y jugosa referencia al campo, el Yas Links, que va seguir siendo la sede del torneo durante años, según se ha comentado esta semana entre bambalinas (esto es, de momento no vuelve al Abu Dhabi Golf Club, otro campo de cinco estrellas). No se puede acondicionar mejor la hierba de un recorrido de golf, es imposible, y se trata de un diseño que da juego, que tiene su miga, con posiciones de bandera vertiginosas en estos greenes tan movidos y un final abrupto e incierto, con esos hoyos 13, 14, 16, 17 y 18, bordeando el entrante del mar que baña Yas Island. A los jugadores, para qué engañarse, les convence más la anterior sede, el citado Abu Dhabi Golf Club, pero eso no quita para que el Yas Links supere de largo los estándares que demanda un evento de esta altura.
