Miguel Ángel Jiménez vuelve a hacer gala de su peculiar filosofía de vida. Ha llegado a Sevilla con ganas y saboreando aún el buen regusto que le dejó el Masters…
El malagueño encabeza el listado de los 35 jugadores españoles -30 profesionales y cinco amateurs- que del 1 al 4 de mayo van a participar en la 82ª edición del Open de España en el Real Club de Golf de Sevilla, un torneo que cuenta con el apoyo de Reale Seguros, Turespaña, la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía y Turismo de Sevilla, entre otros organismos.
Al malagueño Jiménez, que suma 14 victorias internacionales y siete de ellas las ha logrado después de cumplir los 40 (tiene 44 años), se le “escapó” el Open de España hace nueve años, cuando terminó segundo empatado junto a Nacho Garrido y Paul McGinley detrás del sueco Sandelin en El Prat en 1999. Los cuatro jugadores compiten esta semana en Sevilla. Esa fue la ocasión que más cerca estuvo de ganar un trofeo que le gustaría incluir en su historial.
Miguel Ángel Jiménez: “Al Open de España le tengo muchas ganas, quiero tenerlo en mi palmarés. Me encantaría ganarlo y además en un gran campo como Sevilla, a ver qué nos depara el destino, yo pienso dar todo lo que tengo, como siempre. Está muy bien que se juegue en Andalucía, es importante que se conozca lo bueno que tiene nuestra tierra, será muy beneficioso para la zona porque el impacto mediático es muy importante.
El campo del Real Club de Golf de Sevila tiene un diseño bonito de Olazábal, tienes que pegar a la bola con fade y draw y es un campo exigente; si dejan crecer el rough, que supongo es la intención, va a ser más selectivo. Es un gran campo de golf con greenes moviditos. Guardo muy gratos recuerdos, muy buenas sensaciones de la Copa del Mundo que jugué con Sergio. Espero que el público nos venga a ver, en Sevilla cada vez juegan más al golf y hay más afición y confío en que estén con nosotros esta semana, pero no sólo la gente de Sevilla sino los de lejos, porque ¡con lo cerquita que todo lo pone el AVE…!”.
Hace tres semanas, Jiménez fue octavo en el Masters de Augusta, primer Grande de la temporada: “El Masters… tela, tela, ¡vaya tela! No es el Masters de Augusta, sino el de las angustias. La pena fue la primera vuelta, no se metía la bola en el hoyo y eso que le estaba pegando de escándalo de tee a green. No me veía fallando el corte, pero el primer día hice 37 putts y eso pateando dos veces desde fuera de green. El único putt que metí en toda la semana fue de tres metros y medio en el 16 en la segunda vuelta, ese fue el más largo de todos. Fue una semana magnífica, en casa lo pasábamos de maravilla. Augusta, la gente sabe dónde está porque se juega el Masters, pero allí no hay ná de ná, no hay nada que hacer. Nosotros cenábamos en casa, jugábamos nuestra partidita de mus, luego un whisquito y un puro… ¡y en la gloria bendita!”.
Jiménez continúa hablando sobre su preparación, forma de juego y manera de ver la vida: “Mi juego está igual que siempre, no he cambiado nada durante el invierno, he tratado de mantener las mismas sensaciones con la bola, que son muy buenas.
He cuidado mucho la dieta, mucho jamón ibérico, buen vino, buen pescado y aceitito de oliva, y después… ¡me fumaba un torpedo!
Estos últimos meses he pasado bastante por el gimnasio; al volver de Dubai me sentía incómodo, llegaba asfixiado del desierto y he estado trabajando mucho físicamente, he hecho mucha musculación y ejercicios cardiovasculares. Cuesta ir al gimnasio, por supuesto que cuesta, pero una vez allí, me animo y se me alegra el ojillo viendo cuánto tipo bueno, con los pantalones cortos tan marcaítos.
Como siempre, sigo aconsejando a los jóvenes que disfruten del momento, pero deben saber que para dedicarse a esto hace falta mucho sacrificio, trabajo y constancia. Yo empecé tarde, pero estar a gusto y contento contigo mismo y con lo que me rodea es para mí muy importante. Hay que saber vivir y a la vez disfrutar de la vida”.
