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Lecciones de historia en un Open histórico

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– Si nos hallamos ante un Open de España histórico, qué mejor que contar algunas historias. Y nadie mejor para eso que Txomin Hospital de entre todos los que nos encontramos en el Real de Sevilla…

Así, remontándonos a la época en la que el Open de España echó a andar (1912), a Txomin le viene a la cabeza el nombre de John McDermott, el primer jugador nacido en Estados Unidos que ganó el US Open. Lo hizo por dos veces, en 1911 la primera, rompiendo la tiranía de los británicos en América, y repitió en 1912

No hace falta significar que aquello eran otros tiempos, es obvio, pero sí es necesario recordar de vez en cuando las gestas de los pioneros. Aunque sólo sea para apreciar las comodidades que se disfrutan hoy en día.

McDermott ni siquiera había cumplido los 20 años cuando ganó por primera vez el US Open (19 años, diez meses y doce días), pero es que un año antes ya había disputado un play off por el título… Por desgracia, su carrera quedó dramáticamente cercenada a la edad de 23 años…

En 1913 comenzaron sus problemas. Poco antes de defender su título de campeón del US Open, el joven de Philadelphia batió a los ingleses Harry Vardon y Ted Ray en un torneo en Shawnee on Delaware, y después de hacerlo realizó unas declaraciones algo salidas de tono, pero sin malicia. Lo que vino a decir, en resumen, es que aquel triunfo iba a ser poco comparado con lo que se iban a encontrar en el US Open… Precisamente aquella edición fue la del archiconocido triunfo de Francis Ouimet, que batía a Vardon y Ray en el desempate. Pero el caso es que McDermott cayó en desgracia por aquellas declaraciones en su propio país, incluso después de haber pedido perdón.

En 1914 viajó al Reino Unido para disputar por segunda vez el Open Championship (había sido 5º un año antes), pero el viaje (ay, aquellos viajes…) se complicó y no llegó a tiempo. Una auténtica desgracia. Todavía se complicaron aún más las cosas: en el viaje de vuelta su barco sufrió un grave accidente del que salió con vida, pero profundamente tocado psicológicamente. Hasta tal punto, que a su regreso a casa ya nunca volvió a ser el de antes y jamás volvió a jugar en la alta competición.

Hospital se esforzaba en subrayar un hecho concreto: aquel año 1913, cuando McDermott no llegó a tiempo de jugar el British, en realidad lo que se había perdido era una previa en la que era obligatorio participar, y sin embargo la organización le concedió una dispensa para disputar el torneo, en vista de su talla como jugador y de las dificultades del viaje. Sin embargo, John declinó el ofrecimiento pensando que ese trato preferente no era justo para el resto de los participantes…

– Y de un histórico a otro. Antonio Garrido. El veterano profesional español vuelve a estar de plena actualidad esta semana por su victoria en el Open de España de 1972, hace justo 40 años, en el primer torneo del entonces recién estrenado Circuito Europeo. Fue en Pals. Antonio lo recuerda como si fuera hoy mismo: «Recuerdo que fui a Pals sin ninguna expectativa; en aquella época yo acababa de empezar a trabajar en Somosaguas (antes estaba en el Club de Campo Villa de Madrid) y en el Club me animaron a participar en aquel Open de España, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza que pudiese ganar. A partir de aquella victoria en Pals mi vida profesional cambió por completo, dio un giro de 180 grados. En Somosaguas se portaron fenomenal, se volcaron conmigo y me ayudaron a que compitiese más, lo cual era beneficioso para ellos y para mí. Ese fue el momento en que tomé la decisión de viajar por Europa y participar en más torneos».

Garrido ganó aquel Open de España tras un desempate con Valentín Barrios. El madrileño rememora cada golpe: «Valentín y yo jugamos el hoyo 1, par 4, y los dos hicimos el par; luego el 2, y volvimos a cumplir el par; llegamos al 3, otro par 4, y los dos estábamos en green pero lejos de la bandera, él a unos 8 ó 9 metros y yo me había dejado un putt de siete; tira él y falla el putt, tiro yo ¡¡y la meto!! Qué alegría tan grande. Había bastante gente siguiéndonos y recuerdo que yo me emocioné muchísimo. No me podía creer lo que me estaba pasando, aquello era un sueño. El dinero que gané me vino muy bien, no teníamos una peseta. Alicia y yo estábamos recién casados y con el dinero del premio nos compramos un piso, fue el principio del futuro que habíamos empezado a compartir».

Los tiempos han cambiado. Mucho más respecto a la McDermott, pero también una barbaridad con lo que vivió aquellos años Antonio Garrido. Por todo lo vivido, merece la pena escuchar su consejo: «el Circuito, tal y como lo conocemos ahora, es muy atractivo y tentador; hay muchos chavales que desde los 14 años ven en ello su futuro. Me atrevería a darles un consejo a sus padres: que actúen con mucha prudencia y humildad. Deben ser conscientes de que, para que su hijo pueda ganarse la vida, tiene que tener un nivel muy alto; en el Tour Europeo hay un gran nivel y mucha competitividad y no es fácil, es mucho más duro de lo que parece, desde fuera se ve todo muy bonito pero a veces es demasiado duro y de mucha soledad, hay que tener muy buena cabeza. Sobre todo les recomendaría que fuesen muy humildes, algo necesario en este deporte y en todo momento en la vida”.

– Regresamos al presente de un plumazo. Faltan horas para que empiece el Open de España. Los cálculos no varían. Si ayer Rafa Cabrera Bello nos decía que el resultado ganador andaría entre el -10 y el -15, hoy lo ratificaba Nacho Garrido: «todo lo que sea moverse en el doble dígito será bueno».

– José María Olazábal es el diseñador de este Real Club de Golf de Sevilla. El de Fuenterrabía bromeaba: «no sabía que había hecho un campo tan difícil». Y ya que hablamos de bromas y dificultades, apuntamos el comentario de Gonzalo Fernández Castaño nada más acabar el Pro-Am: «me duele el cuello de buscar mis bolas en el rough…». Pues sí señores, mejor tomárselo con buen humor.